Metilprednisolona Normon 8 Mg Polvo Y Disolvente Para Solucion Inyectable Efg
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1. NOMBRE DEL MEDICAMENTO
Metilprednisolona NORMON 8 mg polvo y disolvente para solución inyectable EFG Metilprednisolona NORMON 20 mg polvo y disolvente para solución inyectable EFG Metilprednisolona NORMON 40 mg polvo y disolvente para solución inyectable EFG Metilprednisolona NORMON 250 mg polvo y disolvente para solución inyectable EFG
2. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA
Cada vial de metilprednisolona NORMON 8 mg polvo y disolvente para solución inyectable contiene 8 mg de metilprednisolona (presente en forma de metilprednisolona hemisuccinato de sodio).
Cada vial de metilprednisolona NORMON 20 mg polvo y disolvente para solución inyectable contiene 20 mg de metilprednisolona (presente en forma de metilprednisolona succinato de sodio).
Cada vial de metilprednisolona NORMON 40 mg polvo y disolvente para solución inyectable contiene 40 mg de metilprednisolona (presente en forma de metilprednisolona succinato de sodio).
Cada vial de metilprednisolona NORMON 250 mg polvo y disolvente para solución inyectable contiene 250 mg de metilprednisolona (presente en forma de metilprednisolona succinato de sodio).
Para consultar la lista completa de excipientes, ver sección 6.1.
3. FORMA FARMACÉUTICA
Polvo y disolvente para solución inyectable.
Vial de liofilizado conteniendo un liofilizado de color blanco o casi blanco, de aspecto poroso. Ampolla de disolvente conteniendo un líquido incoloro y transparente.
4. DATOS CLÍNICOS
4.1. Indicaciones terapéuticas
En aquellas situaciones que requieran un tratamiento corticoide inmediato, en casos graves o cuando la administración por vía oral no es posible, entre ellas:
- Exacerbaciones agudas de asma.
- Shock anafiláctico y situaciones clínicas mediadas por mecanismos de hipersensibilidad inmediata que constituyan un peligro inmediato para la vida del paciente (ej. Angioedema, edema laríngeo).
- En intoxicaciones accidentales por venenos de insectos y serpientes como prevención del shock anafiláctico.
- Edema cerebral, lesiones medulares (siempre y cuando la terapia se inicie dentro de las 8 horas de haber ocurrido la lesión).
- Crisis addisonianas y shock secundario a la insuficiencia adrenocortical.
- Brotes agudos de esclerosis múltiple.
- Como coadyuvante en quimioterapia.
- Tratamiento del rechazo agudo de transplantes.
4.2. Posología y forma de administración
La posología se establece en base a la gravedad del cuadro y la respuesta del paciente al tratamiento.
De forma general, se recomienda de 20 a 40 mg al día en adultos y de 8 a 16 mg al día en niños.
En los casos graves, en los que en el transcurso de media hora no se haya alcanzado un efecto terapéutico suficiente, pueden repetirse las inyecciones, hasta una cantidad de 80 mg, como dosis máxima recomendada. Los intervalos entre dos inyecciones serán de 30 minutos a 24 horas, dependiendo de la gravedad del paciente.
En las situaciones que comporten riesgo vital para el paciente, se recomienda comenzar el tratamiento con dosis únicas de 250 a 1000 mg de metilprednisolona en adultos y de 4 a 20 mg/kg de peso corporal en niños.
A continuación se especifican las dosis recomendadas según las distintas indicaciones:
Exacerbaciones agudas de asma: de 30 a 90 mg al día. En status asthmaticus se recomienda de 250 a 500 mg de metilprednisolona.
Shock anafiláctico y situaciones de peligro inmediato para la vida del paciente: de 250 a 500 mg de metilprednisolona.
Edema cerebral: de 250 a 500 mg de metilprednisolona.
Crisis addisonianas: de 16 a 32 mg en infusión, seguidos de otros 16 mg durante 24 horas. En estas crisis y en el síndrome de Waterhouse-Friderichsen, está indicada la administración simultánea de mineralocorticoides.
Brotes agudos de esclerosis múltiple: generalmente 1 g al día por vía intravenosa, entre 3 y 5
días.
Crisis de rechazo: hasta 30 mg de metilprednisolona/kg de peso corporal.
Metilprednisolona NORMON se utiliza añadido a la terapia de base (p. ej, reemplazamiento del volumen de fluidos circulatorios, tratamiento del corazón y de la circulación, administración de anticuerpos, analgesia, etc.).
La duración del tratamiento dependerá de la evolución clínica individual.
Un tratamiento prolongado particularmente con dosis relativamente altas, no debe interrumpirse bruscamente, sino de forma gradual (y si fuera preciso, bajo tratamiento adicional con ACTH).
Forma de administración
La administración de la dosis de 8 mg, 20 mg y 40 mg se lleva a cabo mediante inyección intravenosa o intramuscular. La dosis de 250 mg solo se administra por inyección intravenosa.
En caso de shock u otra situación aguda, los glucocorticoides deberán ser administrados por vía intravenosa. La inyección intravenosa se debe aplicar lentamente (cada vial en 1 ó 2 minutos).
También puede administrarse por perfusión intravenosa. Según el cuadro clínico y los resultados obtenidos, la inyección puede repetirse durante las primeras horas de tratamiento.
Para la preparación de la solución a administrar, ver sección 6.6.
4.3. Contraindicaciones
Hipersensibilidad a la metilprednisolona, otros glucocorticoides o a alguno de los excipientes.
Exceptuando las terapias sustitutivas y de urgencia, metilprednisolona NORMON no debe ser utilizado en los siguientes casos, ya que existe riesgo de empeoramiento:
- pacientes con úlceras gástricas o duodenales,
- pacientes con desórdenes psiquiátricos conocidos, como inestabilidad emocional o tendencias psicóticas,
- pacientes con glaucoma de ángulo cerrado o abierto,
- pacientes con queratitis herpética,
- pacientes con linfadenopatía consecutiva a la vacuna BCG,
- pacientes con infección por amebas,
- pacientes con micosis sistémica,
- pacientes con poliomielitis (a excepción de la forma bulboencefálica).
Metilprednisolona NORMON está también contraindicado en:
- pacientes con determinadas enfermedades virales (p, ej., varicela, herpes simple, o- durante la fase virémica- herpes zoster), ya que existe riesgo de empeoramiento, incluyendo riesgo vital (ver sección 4.5),
- pacientes con tuberculosis latente o manifiesta, incluso sólo sospechada ya que existe riesgo de manifestación de la tuberculosis latente o empeoramiento de la manifiesta.
- durante el periodo pre y post-vacunal (aproximadamente 8 semanas antes y 2 semanas después de la vacunación) ya que puede aumentar el riesgo de complicaciones debidas a la vacunación.
4.4. Advertencias y precauciones especiales de empleo
Debido al riesgo de perforación intestinal con peritonitis, metilprednisolona NORMON sólo debe ser utilizado en los siguientes casos cuando existan importantes razones médicas para ello y los pacientes sean monitorizados adecuadamente:
- colitis ulcerosa grave con riesgo de perforación, abscesos o inflamaciones purulentas,
- diverticulitis,
- anastomosis intestinales recientes.
El empleo de glucocorticoides podría debilitar la respuesta inmune, pudiendo producirse nuevas infecciones, activarse microorganismos oportunistas y manifestarse infecciones latentes.
En infecciones graves, metilprednisolona NORMON debe ser empleado únicamente junto al tratamiento causal.
Los glucocorticoides podrían enmascarar los signos de una infección haciendo más difícil el diagnóstico de infecciones existentes o en desarrollo.
En pacientes que reciben glucocorticoides sistémicos por motivos distintos a la terapia sustitutiva, determinadas infecciones podrían agravarse poniendo en peligro la vida del paciente (ver 4.3. Contraindicaciones).
Exceptuado los pacientes que ya hayan sufrido la varicela, los niños y adultos deberán tomar las medidas razonables para evitar el contacto personal con las personas que padezcan p. ej. varicela o herpes zoster. Si durante el tratamiento con metilprednisolona NORMON se estuviera expuesto a estas infecciones, se debe contactar con un médico inmediatamente, incluso si no se presentara ningún síntoma.
Se recomienda que los pacientes tratados con dosis terapéuticas de glucocorticoides (aparte de aquellos que reciban terapia de sustitución con glucocorticoides) no sean vacunados, porque la respuesta mediada por anticuerpos podría ser inadecuada o podrían desarrollarse complicaciones neurológicas.
Los pacientes con reactividad a la tuberculina deben ser monitorizados cuidadosamente, a causa del riesgo de reactivación. Es recomendable administrar quimioprofilaxis a estos pacientes durante tratamientos de larga duración con glucocorticoides.
En pacientes con miastenia gravis, particularmente si están recibiendo un tratamiento con altas dosis de glucocorticoides, existe un riesgo de posible empeoramiento de la miastenia, (habitualmente durante las dos primeras semanas de tratamiento con glucocorticoides), y progreso a una crisis miasténica. Por lo tanto, se recomienda que la dosis de metilprednisolona NORMON sea baja al principio del tratamiento, aumentándose gradualmente.
El estado metabólico de los pacientes diabéticos debe ser monitorizado (riesgo de empeoramiento del control metabólico) y, si fuera necesario, la medicación antidiabética debe ser ajustada.
Particularmente tras un tratamiento prolongado con dosis relativamente altas, debe tenerse en cuenta la posibilidad de retención de sodio y fluidos y una tendencia hacia hipocaliemia. En tales casos, es necesario asegurar una ingesta adecuada de potasio y restringir la ingesta de sodio y monitorizar los niveles de potasio en el suero.
En casos graves de hipertensión e insuficiencia cardiaca debe tenerse en cuenta un posible incremento de la hipertensión y un empeoramiento de la insuficiencia cardiaca. Por lo tanto, se requiere una monitorización adecuada de estos pacientes.
En el tratamiento de larga duración con glucocorticoides, son necesarios controles médicos regulares, incluyendo los controles oftalmológicos, debido a la posible aparición de opacidades en el cristalino, e incremento de la presión intraocular.
Se recomienda evitar la supresión brusca de un tratamiento prolongado con metilprednisolona, debido al riesgo de precipitación de un episodio de insuficiencia adrenocortical aguda (ver 4.8. Reacciones adversas).
Los efectos de los glucocorticoides están potenciados en pacientes hipotiroideos o en los pacientes con cirrosis hepática, por lo que podría ser necesaria una reducción de la dosis. Se requiere una monitorización cuidadosa de estos pacientes.
El tratamiento a largo plazo con corticoides puede producir osteoporosis.
No se recomienda la utilización de metilprednisolona NORMON durante el embarazo y la lactancia (ver sección 4.6).
Uso en niños
En este grupo de población, las dosis elevadas de metilprednisolona pueden producir pancreatitis agudas graves. También se ha visto un incremento de la presión intracraneal (con síntomas como papiledema, parálisis óculomotora, pérdida visual, cefalea).
Debido al riesgo de retraso en el crecimiento, metilprednisolona NORMON debe ser únicamente empleado en niños cuando existan importantes razones médicas para ello.
Uso en ancianos
Se recomienda precaución en ancianos con tratamientos prolongados, debido al riesgo de exacerbación de una osteoporosis incipiente o declarada, y por la tendencia a incrementar la retención hidrosalina y la tensión arterial.
Uso en deportistas
Se informa a los deportistas que este medicamento contiene un componente que puede establecer un resultado analítico de control del dopaje como positivo.
Advertencia de excipientes
Este medicamento contiene menos de 1 mmol de sodio (23 mg) por vial; esto es, esencialmente “exento de sodio”.
4.5. Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción
- Anfotericina B: posible aumento de la hipokalemia, con riesgo de toxicidad. Hay que vigilar los niveles plasmáticos de potasio.
- Anticoagulantes orales: posible aumento o reducción del efecto anticoagulante, haciéndose necesario un control de los índices de coagulación.
- Anticolinesterasa (neostigmina, piridostigmina): descritos casos de antagonismo del efecto de la anticolinesterasa, con depresión muscular. Los efectos no revirtieron con inhibidores de la acetilcolinesterasa. Algunos casos necesitaron ventilación mecánica. A pesar de la interacción, se ha utilizado con éxito en miastenia grave. La terapia alternante con prednisona parece segura.
- Antidiabéticos: los glucocorticoides pueden aumentar los niveles de glucosa. Los pacientes tratados con antidiabéticos pueden precisar un ajuste de la dosis.
- Antiinflamatorios no esteroídicos (indometacina) y alcohol: posible aumento en la incidencia o incremento de la gravedad de úlceras gastroduodenales.
- Bloqueantes neuromuscular no despolarizantes: algunos informes describen que prednisona e hidrocortisona antagonizan el bloqueo neuromuscular en pacientes con insuficiencia corticosuprarrenal tratados con pancuronio.
- Ciclosporina: Se ha comunicado posible reducción del metabolismo hepático del corticoide. Estudios similares han evidenciado un aumento de las concentraciones plasmáticas mínimas de ciclosporina. Hay evidencias clínicas de convulsiones en pacientes sometidos a trasplante de médula ósea tratados con metilprednisolona. También se ha observado un aumento de la incidencia de hiperglucemia y diabetes en pacientes sometidos a trasplante renal. La asociación de corticoides y ciclosporina es muy frecuente y beneficiosa. Hay que vigilar posibles signos de toxicidad.
- Claritromicina, eritromicina: se ha observado un considerable aumento de las concentraciones plasmáticas de metilprednisolona.
- Diltiazem: aumento de los niveles plasmáticos de metilprednisolona con posible potenciación de su efecto y/o toxicidad.
- Diuréticos eliminadores de potasio: posible potenciación de la toxicidad por aumento de la hipokalemia. Vigilar los niveles plasmáticos de potasio.
- Estrógenos, anticonceptivos orales: posible potenciación del efecto y/o toxicidad de los corticoides por una inhibición de su metabolismo hepático. Se aconseja vigilancia clínica, sobre todo durante el período de reducción de la dosis de glucocorticoide.
- Glucósidos cardiotónicos: Existe riesgo de hipokalemia con aumento de la toxicidad cardíaca.
Se debe vigilar al paciente.
- Inductores enzimáticos (carbamazepina, antiepilépticos como fenitoína, fenobarbital o primidona, rifampicina, rifabutina): algunos corticoides son metabolizados por el CYP3A4, por lo que los inductores enzimáticos pueden disminuir los niveles plasmáticos de corticoide.
- Inhibidores enzimáticos (ketoconazol): posible aumento de las concentraciones plasmáticas de corticoide.
- Resinas de intercambio iónico (colestiramina, colestipol): posible disminución de la absorción oral del corticoide. Se debe vigilar al paciente.
- Salicilatos: posible disminución de las concentraciones de salicilato, con pérdida de actividad, por posible aumento de su eliminación. La asociación conjunta de ambos fármacos puede aumentar la incidencia de úlcera gástrica o hemorragia intestinal. Se debe vigilar al paciente.
- Teofilina: posible alteración de la acción farmacológica de ambos fármacos.
- Toxoides y vacunas: Los corticoides disminuyen la respuesta inmunológica a vacunas y toxoides, también promueven la replicación de los gérmenes de las vacunas vivas atenuadas. La vacunación rutinaria debiera ser diferida en pacientes tratados con corticoides. Si no fuera posible, se
aconseja realizar pruebas serológicas para conocer la respuesta inmunológica. La inmunización puede llevarse a cabo en caso de terapia de reemplazo.
- Zumo de pomelo: Posible aumento de las concentraciones plasmáticas de metilprednisolona. Se debe evitar ingerir grandes cantidades de zumo de pomelo.
4.6. Embarazo y lactancia
No existen datos suficientes sobre la utilización de metilprednisolona en mujeres embarazadas. Los estudios en animales han mostrado toxicidad reproductiva, que no han sido observadas en humanos (ver sección 5.3). Metilprednisolona atraviesa la barrera placentaria. Durante el embarazo o en caso de que exista posibilidad de embarazo, el tratamiento debe restringirse a los casos absolutamente necesarios, como tratamientos de restauración hormonal, etc.
Metilprednisolona se excreta con la leche materna. Tratamientos prolongados con dosis elevadas podrían afectar a la función adrenal del lactante, por lo que se recomienda monitorización del mismo. Si fueran necesarias dosis relativamente altas por motivos clínicos, debe evitarse la lactancia materna para evitar que el lactante ingiera metilprednisolona con la leche.
4.7. Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar maquinaria
Algunos de los efectos adversos (p. ej. reducción de la agudeza visual resultante de la opacificación del cristalino o del aumento de la presión intraocular, vértigo o cefaleas) podrían alterar la capacidad del paciente para concentrarse y reaccionar, y, por lo tanto, constituir un riesgo en situaciones en las cuales estas capacidades son de especial importancia (p. ej. conducción de vehículos o utilización de maquinaria peligrosa o de precisión).
4.8. Reacciones adversas
Las frecuencias se definen como: muy frecuente (>1/10); frecuente (>1/100, <1/10); poco frecuente (>1/1.000, <1/100); raras (>1/10.000, <1/1.000); muy raras (<1/10.000).
Las reacciones adversas se presentan en orden decreciente de gravedad dentro de cada intervalo de frecuencia.
En la mayor parte de los casos las reacciones adversas afectan principalmente al sistema endocrino y al equilibrio electrolítico. La administración de metilprednisolona puede producir las siguientes reacciones adversas, especialmente cuando se utiliza a dosis altas y en tratamientos prolongados:
Trastornos endocrinos
Frecuentes: distribución anormal de grasas, como obesidad troncal, cara de luna llena y acumulación reversible de tejido graso en el canal epidural, o en la cavidad torácica (epicárdica, mediastínica), aumento en los niveles de glucemia.
Con menor frecuencia se ha comunicado aumento de peso, diabetes por esteroides, cambios en las fracciones de lípidos séricos y lipomatosis.
También aparecen trastornos de la secreción de hormonas sexuales como amenorrea o hirsutismo.
Raros: impotencia, inhibición o atrofia de la corteza suprarrenal y el retraso del crecimiento en niños. También se puede observar un aumento del catabolismo proteico, posiblemente acompañado de elevación de los niveles de urea.
Trastornos vasculares
Frecuentes: retención de sodio y acumulación de agua en los tejidos, aumento de la excreción de potasio y posiblemente, hipocaliemia.
Asimismo, puede aumentar la congestión pulmonar en pacientes con insuficiencia cardiaca y desarrollarse hipertensión (ver sección 4.4).
Otras reacciones adversas comunicadas son vasculitis y aumento de la presión intracraneal con papiledema (pseudotumor cerebral).
Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo
Frecuentes: cambios en la piel, como atrofia cutánea, estrías, acné, equimosis y petequias.
Raros: reacciones de hipersensibilidad (p. ej. rash cutáneo).
Trastornos de la sangre y del sistema linfático
Frecuente: enlentecimiento de la cicatrización de las heridas.
Al inicio del tratamiento se puede desarrollar leucocitosis, aunque suele ser de naturaleza reversible, ya que desaparece durante el mismo.
La tendencia a la trombocitosis y el aumento del riesgo de trombosis son otros efectos que se han notificado con la administración de metilprednisolona.
Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo
Frecuentes: osteoporosis por esteroides, en casos graves con riesgo de fracturas.
Raros: debilidad muscular, que suele ser reversible, aunque en pacientes con miastenia gravis, podría producirse un empeoramiento reversible de la debilidad muscular que podría evolucionar a una crisis miasténica (ver sección 4.5).
Muy raros: casos de necrosis ósea aséptica en la cabeza del fémur o del húmero, ruptura de tendones (p. ej. del tendón de Aquiles), especialmente en casos de daño previo en el tendón, en pacientes con desórdenes metabólicos tales como uremia o diabetes mellitus.
Pueden ocurrir alteraciones musculares, especialmente cuando Urbason se administra, a altas dosis y durante largos períodos de tiempo, con medicamentos que producen relajación del músculo (ver sección 4.5).
Trastornos gastrointestinales
Raros: úlceras gástricas o duodenales.
También pueden presentarse perforaciones de úlceras gástricas o duodenales con p. ej. peritonitis, pancreatitis o malestar abdominal.
Trastornos oculares
Raros: lesiones en los ojos (opacidad del cristalino, aumento de la presión intraocular, cataratas y glaucoma).
Trastornos del sistema inmunológico
Poco frecuentes: disminución de las defensas del organismo e incremento del riesgo de infección.
Determinadas enfermedades virales como varicela, herpes simple, o herpes zoster (durante la fase virémica) podrían agravarse, en algunas ocasiones suponiendo un riesgo vital (ver secciones 4.4 y 4.5).
Trastornos del sistema nervioso
Raros: convulsiones cerebrales.
Además, se han notificado casos de vértigos, cefaleas e insomnio.
Trastornos psiquiátricos
Raros: desarrollo o empeoramiento de alteraciones psiquiátricas como euforia, cambios de humor, cambios de personalidad, depresión severa o manifestación de psicosis.
Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración
Puede producirse atrofia tisular después de la inyección en tejido adiposo.
Si la dosis de metilprednisolona fuese reducida demasiado rápidamente después de un tratamiento prolongado, podrían producirse mialgias y artralgias, así como disnea, anorexia, náuseas y vómitos, fiebre, hipotensión, hipoglucemia e, incluso, muerte por insuficiencia adrenocortical aguda (ver sección 4.5).
4.9. Sobredosis
La sobredosis puede producir ansiedad, depresión, confusión mental, espasmos o hemorragias gastrointestinales, hiperglucemia, hipertensión arterial y edema.
El tratamiento incluye medidas sintomáticas: oxígeno, fluidoterapia y mantenimiento de la temperatura corporal.
5. PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS
5.1. Propiedades farmacodinámicas
Grupo farmacoterapéutico: Corticoesteroides para uso sistémico. Monofármacos.
Código ATC: H02AB04 Glucocorticoides.
Glucocorticoide de duración de acción intermedia, con prácticamente nula potencia mineralocorticoide.
Mecanismo de acción:
El mecanismo de acción de los esteroides se basa en la interacción de éstos con unos receptores citoplasmáticos intracelulares específicos. Una vez formado el complejo receptor-glucocorticoide, éste penetra en el núcleo, donde interactúa con secuencias específicas de ADN, que estimulan o reprimen la trascripción génica de ARNm específicos que codifican la síntesis de determinadas proteínas en los órganos diana, que, en última instancia, son las auténticas responsables de la acción del corticoide.
- Acción antiinflamatoria: Su acción es independiente de la etiología (infecciosa, química, física, mecánica, inmunológica) y conlleva la inhibición de las manifestaciones inmediatas (rubor, calor, dolor, tumefacción) y tardías de la inflamación (proliferación fibroblástica, formación de fibrina, cicatrización). Los glucocorticoides inducen la síntesis de lipocortina-1, que inhibe la activación de la fosfolipasa A2, enzima que libera los ácidos grasos poliinsaturados precursores de las prostaglandinas y leucotrienos y factor de agregación plaquetaria (PAF), todos ellos potentes mediadores del proceso inflamatorio.
- Acción inmunodepresora: producen una disminución de la respuesta inmunológica del organismo al interferir en las señales interleucocitarias mediadas por las linfoquinas. Inhiben la interacción macrófago-linfocito y la posterior liberación de IL-2; como resultado, suprimen la activación de los linfocitos T producida por antígenos y la síntesis de citoquinas por los linfocitos T activados.
Como consecuencia de estas acciones de la metilpresnisolona, se utiliza en determinadas situaciones de emergencia.
- Metabolismo hidrocarbonado: disminuyen la captación de glucosa por los tejidos, excepto en el cerebro y el corazón, y estimulan la gluconeogénesis hepática, pues facilitan la conversión de aminoácidos, ácidos grasos y glicerol en glucosa. Como consecuencia, producen hiperglucemia y glucosuria, aumentan la resistencia a la insulina, agravan la situación metabólica del paciente diabético. Además, aumentan el depósito de glucógeno en el hígado y el músculo esquelético.
- Metabolismo proteico: inhiben la síntesis proteica, aumentan la actividad proteolítica y estimulan la degradación de las proteínas del músculo esquelético, hueso y tejido conjuntivo, en aminoácidos que se utilizan en la síntesis de glucosa (neoglucogénesis). Inhiben la proliferación de los fibroblastos y la síntesis de colágeno, lo que produce fragilidad capilar, retrasa la cicatrización de las heridas, adelgaza el grosor de la piel y facilita la aparición de estrías cutáneas.
- Metabolismo lipídico: Aumentan el apetito y la ingesta calórica, estimulan la lipolisis. Por otro lado, aumentan la lipogénesis, efecto que podría estar mediado por la insulina liberada en respuesta a la hiperglucemia. El resultado de estos efectos contrapuestos es una redistribución anormal de la grasa corporal, promoviendo su acumulación en la cara, cuello y abdomen, mientras que las extremidades permanecen delgadas debido a la hipotrofia muscular. En tratamientos crónicos, dosis altas de glucocorticoides pueden aumentar los niveles plasmáticos de colesterol total y de triglicéridos.
- Metabolismo hidroelectrolítico: presenta un cierto efecto mineralocorticoide, produciendo retención de sodio y agua, edemas, hipertensión arterial e hipopotasemia, que contribuyen a la debilidad muscular. El metabolismo del calcio también se modifica. Los glucocorticoides inhiben la acción de la vitamina D (disminuyen la absorción intestinal de Ca2+), aumentan la eliminación renal de Ca2+ e inhiben la actividad osteoblástica formadora de matriz ósea. Como consecuencia producen hipocalcemia.
- Acciones sobre el Sistema Nervioso Central: Tienden a producir una elevación del estado de ánimo con sensación de bienestar y euforia. En tratamientos crónicos producen insomnio, irritabilidad y, en ocasiones, ansiedad, depresión, manía, reacciones psicóticas.
5.2. Propiedades farmacocinéticas
Su volumen aparente de distribución es de 1,2-1,5 l/kg siendo ampliamente distribuida por todo el organismo. Difunde a través de la barrera placentaria y lactosanguínea. El grado de unión a las proteínas plasmáticas es del 62%, se une sólo a la albúmina pero no a la transcortina. Se metaboliza en el hígado dando lugar a metabolitos sin actividad biológica significativa, siendo eliminado mayoritariamente con la orina. Menos del 10% se excreta inalterada en la orina. Su aclaramiento total es de 4-8 ml/min/kg. Su semivida de eliminación es de 4-8 horas y su semivida biológica es de 18-36 horas.
5.3. Datos preclínicos sobre seguridad
Toxicidad aguda
La DL50 por vía oral es mayor de 4000 mg/kg de peso corporal.
Toxicidad crónica
En estudios subcrónicos realizados en animales, se describieron efectos como policitemia, linfopenia, atrofia del timo y de la corteza adrenal, desde 12,5 mg/kg, considerada ésta como equivalente a dosis terapéutica humana. También se ha observado incremento del almacenamiento de glucógeno hepático, desde 1 mg/kg de dosis. El tratamiento crónico con dosis diarias entre 3 y 10 mg/kg de peso ha producido en animales una reducción de la respuesta inmune, reducción de la actividad de la médula ósea, atrofia de los músculos esqueléticos, alteración en el peso de los ovarios y testículos (perro: reducción del peso testicular, rata: incremento del peso de los ovarios y testículos) y disminución del peso de la próstata (perro) y vesículas seminales (rata), polidipsia, diarrea y empeoramiento del estado general.
Carcinogénesis
No existen datos procedentes de estudios de larga duración referentes a carcinogénesis en animales.
Mutagénesis
La mutagénesis de metilprednisolona no ha sido estudiada en profundidad. El test de Ames fue negativo.
Tcratogcnia
En estudios cn animales, los glucocorticoides causaron alteraciones cn cl crecimiento intrauterino, por lo que no se puede descartar que se produzcan efectos similares cn tratamientos de larga duración durante la gestación, cn humanos. En experimentos realizados cn animales, metilprednisolona produjo paladar hendido en ratones. Las ratas y los conejos fueron resistentes a este efecto. Otras alteraciones congénitas observadas cn animales, que no han sido observadas cn humanos, son microccfalia, hepatomegalia, disminución del tamaño de la médula suprarrenal y cl timo. Los datos relativos a la seguridad de metilprednisolona administrada durante la gestación en humanos son insuficientes. Los datos disponibles correspondientes a la administración de glucocorticoides durante el primer trimestre de embarazo no han puesto de manifiesto un incremento del riesgo de teratogenia.
6. DATOS FARMACÉUTICOS
6.1. Lista de excipientes
Hidróxido de sodio, fosfato disódico anhidro y fosfato sódico monohidrato.
Las ampollas de mctilprcdnisolona NORMON contienen agua para inyección.
6.2. Incompatibilidades
Metilprednisolona NORMON no debe mezclarse en la misma jeringa con otras soluciones que no sean suero fisiológico (solución de cloruro de sodio al 0,9%) o solución glucosada al 5%.
Debe evitarse la administración conjunta de soluciones reconstituidas de metilprednisolona NORMON con otros medicamentos cn la misma jeringa, ya que podría producirse una precipitación. La mezcla con soluciones para perfusión podría dar lugar también a un enturbamiento de la solución o a la formación de precipitados.
6.3. Período de validez
3 años.
Una vez reconstituida la solución deberá utilizarse inmediatamente.
6.4. Precauciones especiales de conservación
No requiere condiciones especiales de conservación.
6.5. Naturaleza y contenido del recipiente
Mctilprcdnisolona NORMON 8 mg, 20 mg y 40 mg polvo y disolvente para solución inyectable: Envases conteniendo 3 viales y 3 ampollas. Envase clínico con 100 viales y 100 ampollas.
Mctilprcdnisolona NORMON 250 mg Polvo y disolvente para solución inyectable: Envases conteniendo 1 vial y 1 ampolla. Envase clínico con 50 viales y 50 ampollas.
6.6. Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones
Si se utilizan las presentaciones de 8, 20 y 40 mg, cl contenido de un vial de mctilprcdnisolona NORMON será disuclto cn 2 ml de agua para preparaciones inyectables contenida cn la ampolla de disolvente.
En cl caso de utilizar la presentación de 250 mg, un vial de mctilprcdnisolona NORMON se disolverá cn 5 ml de agua para preparaciones inyectables contenida cn la ampolla de disolvente.
Para la preparación de una solución para perfusión, el contenido de un vial metilprednisolona NORMON 250 mg se disolverá de forma previa y posteriormente se mezclará con soluciones de glucosa 5% o de cloruro sódico 0,9% (suero fisiológico).
Las soluciones preparadas para inyección o para perfusión deben ser utilizadas lo antes posible. La eliminación del medicamento y de todos los materiales que hayan estado en contacto con él, se realizará de acuerdo con las normativas locales.
7. NOMBRE Y DOMICILIO PERMANENTE DEL TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE
COMERCIALIZACIÓN
LABORATORIOS NORMON S.A.
Ronda de Valdecarrizo, 6 - 28760 Tres Cantos- Madrid (ESPAÑA)
8. NÚMERO DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN
9. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN
Enero 2010.
10. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO