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Ibuprofeno Aurovitas 600 Mg Comprimidos Recubiertos Con Pelicula Efg

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FICHA TÉCNICA

1.    Nombre del medicamento

Ibuprofeno Aurovitas 600 mg comprimidos recubiertos con película EFG

2.    Composición cualitativa y cuantitativa

Cada comprimido contiene:

Ibuprofeno..................... 600 mg

Excipiente con efecto conocido:

Cada comprimido contiene:

Lactosa monohidrato..........45 mg

Para consultar la lista completa de excipientes ver sección 6.1.

3.    Forma farmacéutica

Comprimido recubierto con película.

Comprimidos ovalados, biconvexos y de color blanco.

4.    Datos clínicos

4.1.    Indicaciones terapéuticas Tratamiento sintomático de la fiebre.

Tratamiento del dolor de intensidad leve a moderado incluida la migraña.

Tratamiento sintomático de: artritis (incluyendo la artritis reumatoide juvenil), artrosis, espondilitis anquilosante y de la inflamación no reumática.

Alivio de la sintomatología en la dismenorrea primaria

4.2.    Posología y forma de administración

Este medicamento se administra por vía oral.

Las reacciones adversas se pueden minimizar utilizando la dosis eficaz más baja durante el menor tiempo posible para controlar los síntomas (ver sección 4.4).

Tomar siempre la dosis menor que sea efectiva. Tomar el medicamento durante o después de las comidas o con leche si se notan molestias digestivas.

Adultos:

En adultos y adolescentes de 14 a 18 años se tomará un comprimido (600 mg) cada 6 a 8 horas, dependiendo de la intensidad del cuadro y de la respuesta al tratamiento. En adultos la dosis máxima diaria es de 2.400 mg mientras que en adolescentes de 12 a 18 años es de 1.600 mg.

En caso de dosificación crónica, ésta debe ajustarse a la dosis mínima de mantenimiento que proporcione el control adecuado de los síntomas.

En la artritis reumatoide, pueden requerirse dosis superiores pero, en cualquier caso, se recomienda no sobrepasar la dosis máxima diaria de 2.400 mg de ibuprofeno.

En procesos inflamatorios la dosis diaria recomendada es de 1.200 - 1.800 mg de ibuprofeno, administrados en varias dosis. La dosis de mantenimiento suele ser de 800 - 1.200 mg. La dosis máxima diaria no debe exceder de 2.400 mg.

En procesos dolorosos de intensidad leve a moderada, y cuadros febriles, la dosis diaria recomendada es de 800 - 1.600 mg, administrados en varias dosis, dependiendo de la intensidad del cuadro y de la respuesta al tratamiento.

En la dismenorrea primaria, se recomienda una dosis de 400 mg de ibuprofeno hasta el alivio del dolor, y una dosis máxima diaria de 1.200 mg.

Población pediátrica:

No se recomienda el uso de Ibuprofeno 600 mg en niños y adolescentes menores de 14 años o con menos de 40 kg de peso ya que la dosis de ibuprofeno que contiene no es adecuada para la posología recomendada en este grupo de pacientes.

En artritis reumatoide juvenil, se pueden dar hasta 40mg/kg de peso corporal por día en dosis divididas. Pacientes de edad avanzada:

La farmacocinética del ibuprofeno no se altera en los pacientes de edad avanzada, por lo que no se considera necesario modificar la dosis ni la frecuencia de administración. Sin embargo, al igual que con otros antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), deberán adoptarse precauciones en el tratamiento de estos pacientes, que por lo general son más propensos a los efectos secundarios, y que tienen más probabilidad de presentar alteraciones de la función renal, cardiovascular o hepática y de recibir la medicación concomitante. En concreto, se recomienda emplear la dosis eficaz más baja en estos pacientes. Sólo tras comprobar que existe una buena tolerancia, podrá aumentarse la dosis hasta alcanzar la establecida en la población general.

Insuficiencia renal:

Conviene adoptar precauciones cuando se utilizan AINEs en pacientes con insuficiencia renal. En pacientes con disfunción renal leve o moderada debe reducirse la dosis inicial. No se debe utilizar ibuprofeno en pacientes con insuficiencia renal grave (ver sección 4.3).

Insuficiencia hepática:

Aunque no se han observado diferencias en el perfil farmacocinético de ibuprofeno en pacientes con insuficiencia hepática, se aconseja adoptar precauciones con el uso de AINEs en este tipo de pacientes. Los pacientes con insuficiencia hepática leve o moderada deben iniciar el tratamiento con dosis reducidas y ser cuidadosamente vigilados. No se debe utilizar ibuprofeno en pacientes con insuficiencia hepática grave (ver sección 4.3).

4.3. Contraindicaciones

Ibuprofeno Actavis está contraindicado:

-    en pacientes con hipersensibilidad a ibuprofeno, a otros AINE o a alguno de los excipientes incluidos en la sección 6.1

-    en pacientes que hayan experimentado crisis de asma, rinitis aguda, urticaria, edema angioneurótico u otras reacciones de tipo alérgico tras haber utilizado sustancias de acción similar (p. ej. ácido acetilsalicílico u otros AINEs)

-    en pacientes con antecedentes de hemorragia gastrointestinal o perforación relacionados con tratamientos anteriores con AINEs

-    úlcera péptica/hemorragia gastrointestinal activa o recidivante (dos o más episodios diferentes de ulceración o hemorragia comprobados)

-    en pacientes con insuficiencia cardiaca grave (clase IV de la NYHA)

en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal en pacientes con disfunción renal grave en pacientes con disfunción hepática grave

en pacientes con diátesis hemorrágica u otros trastornos de la coagulación durante el tercer trimestre de la gestación (ver sección 4.6) en pacientes con hemorragia cerebrovascular.

deshidratación significativa (causada por vómitos, diarrea o ingesta insuficiente de líquido) dishematopoyesis de origen desconocido en niños menores de 12 años de edad

4.4. Advertencias y precauciones especiales de empleo

Se debe evitar la administración concomitante de ibuprofeno con otros AINEs, incluyendo los inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa-2 (Coxib).

Los pacientes asmáticos deben consultar a su médico antes de utilizar ibuprofeno.

Las reacciones adversas pueden reducirse si se utiliza la menor dosis eficaz durante el menor tiempo posible para controlar los síntomas (ver sección 4.2 y riesgos gastrointestinales y cardiovasculares a continuación). Los pacientes tratados con AINEs de forma prolongada deben ser sometidos a supervisión médica de forma habitual para controlar los acontecimientos adversos.

Ibuprofeno sólo debe ser administrado en las siguientes situaciones una vez se haya valorado de forma estricta la relación beneficio-riesgo:

-    Lupus Eritematoso Sistémico (LES) u otras enfermedades autoinmunes.

-    Trastorno congénito del metabolismo de la porfirina (p.ej. porfiria aguda intermitente)

-    Primer y segundo trimestre del embarazo

-    Lactancia

Se debe tener precaución especial en los siguientes casos:

-    Trastornos gastrointestinales, incluyendo enfermedad inflamatoria intestinal crónica (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn)

-    Insuficiencia cardiaca e hipertensión

-    Función renal reducida

-    Disfunción hepática

-    Alteración de la hematopoyesis

-    Trastornos de la coagulación sanguínea

-    Alergias, fiebre del heno, hinchazón crónica de la mucosa nasal, adenoides, enfermedad obstructiva crónica de las vías aéreas o asma bronquial

-    Inmediatamente después de intervenciones quirúrgicas mayores Riesgos gastrointestinales:

Hemorragias gastrointestinales, úlceras y perforaciones: Durante el tratamiento con AINEs entre los que se encuentra el ibuprofeno, se han notificado hemorragias gastrointestinales, úlceras y perforaciones (que pueden ser mortales) en cualquier momento del mismo, con o sin síntomas previos de alerta y con o sin antecedentes previos de acontecimientos gastrointestinales graves previos.

El riesgo de hemorragia gastrointestinal, úlcera o perforación es mayor cuando se utilizan dosis crecientes de AINEs, en pacientes con antecedentes de úlcera, especialmente si eran úlceras complicadas con hemorragia o perforación (ver sección 4.3), y en los pacientes de edad avanzada. Estos pacientes deben comenzar el tratamiento con la dosis menor posible.

Se recomienda prescribir a estos pacientes tratamiento concomitante con agentes protectores (p.ej. misoprostol o inhibidores de la bomba de protones); dicho tratamiento combinado también debería considerarse en el caso de pacientes que precisen dosis baja de ácido acetilsalicílico u otros medicamentos que puedan aumentar el riesgo gastrointestinal (ver a continuación y sección 4.5).

Se debe advertir a los pacientes con antecedentes de toxicidad gastrointestinal, y en especial a los pacientes de edad avanzada, que comuniquen inmediatamente al médico cualquier síntoma abdominal infrecuente (especialmente los del sangrado gastrointestinal) durante el tratamiento y en particular en los estadios iniciales.

Se debe recomendar una precaución especial a aquellos pacientes que reciben tratamientos concomitantes que podrían elevar el riesgo de úlcera o sangrado gastrointestinal como los anticoagulantes orales del tipo dicumarínicos o los medicamentos antiagregantes plaquetarios del tipo ácido acetilsalicílico (ver sección 4.5). Asimismo, se debe mantener cierta precaución en la administración concomitante de corticoides orales y de antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

Si se produjera una hemorragia gastrointestinal o una úlcera en pacientes en tratamiento con ibuprofeno, el tratamiento debe suspenderse inmediatamente (ver sección 4.3).

Los AINEs deben administrarse con precaución en pacientes con antecedentes de colitis ulcerosa, o de enfermedad de Crohn, pues podrían exacerbar dicha patología (ver sección 4.8).

Riesgos cardiovasculares y cerebrovasculares:

Se debe tener una precaución especial en pacientes con antecedentes de hipertensión y/o insuficiencia cardiaca congestiva de leve a moderada, ya que se ha notificado retención de líquidos, hipertensión y edema en asociación con el tratamiento con AINEs.

Estudios clínicos sugieren que el uso de ibuprofeno, especialmente en dosis altas (2.400 mg/día) puede estar asociado a un pequeño aumento del riesgo de acontecimientos trombóticos arteriales (por ejemplo, infarto de miocardio o ictus). En general, los estudios epidemiológicos no sugieren que el ibuprofeno a dosis bajas (p. ej., < 1200 mg/día) esté asociado a un aumento del riesgo de acontecimientos trombóticos arteriales.

Los pacientes con hipertensión no controlada, insuficiencia cardiaca congestiva (II-III de NYHA), cardiopatía isquémica establecida, arteriopatía periférica y/o enfermedad cerebrovascular solo se deben tratar con ibuprofeno después de una cuidadosa valoración y se deben evitar las dosis altas (2400 mg/día).

También se debe aplicar una cuidadosa valoración antes de iniciar el tratamiento a largo plazo de pacientes con factores de riesgo de acontecimientos cardiovasculares (p. ej. hipertensión, hiperlipidemia, diabetes mellitus, tabaquismo), en especial si se necesitan dosis elevadas de ibuprofeno (2400 mg/día).

Riesgo de reacciones cutáneas graves:

Se han descrito reacciones cutáneas graves, algunas mortales, incluyendo dermatitis exfoliativa, síndrome de Stevens-Johnson, y necrolisis epidérmica tóxica con una frecuencia muy rara en asociación con la utilización de AINEs (ver sección 4.8). Parece que los pacientes tienen mayor riesgo de sufrir estas reacciones al comienzo del tratamiento: la aparición de dicha reacción adversa ocurre en la mayoría de los casos durante el primer mes de tratamiento. Debe suspenderse inmediatamente la administración de ibuprofeno ante los primeros síntomas de erupción cutánea, lesiones mucosas u otros signos de hipersensibilidad.

Insuficiencia renal

Ibuprofeno puede producir retención de sodio, potasio y líquidos en pacientes que no hayan sufrido previamente trastornos renales, debido a su efecto sobre la perfusión renal. Esto puede causar edema o incluso puede conducir a insuficiencia cardiaca o hipertensión en pacientes predispuestos.

Como ocurre con otros AINEs, la administración prolongada de ibuprofeno en animales ha producido necrosis papilar renal y otros cambios renales patológicos. En humanos se han notificado casos de nefritis intersticial aguda con hematuria, proteinuria y ocasionalmente síndrome nefrótico. También se han observado casos de toxicidad renal en pacientes en los que las prostaglandinas juegan un papel de

compensación en el mantenimiento de la perfusión renal. En estos pacientes, la administración de AINEs puede causar una reducción dosis-dependiente de la formación de prostaglandinas y, de forma secundaria, en el flujo sanguíneo renal, que puede precipitar en una patente descompensación renal. Los pacientes con mayor riesgo de sufrir esta reacción son aquellos con disfunción renal, insuficiencia cardiaca, disfunción hepática, los que toman diuréticos e inhibidores de la ECA y los pacientes de edad avanzada. La suspensión del tratamiento con AINE generalmente va seguida de la recuperación hasta el estado anterior al tratamiento.

Trastorno hepático

Como ocurre con otros AINEs, ibuprofeno puede producir aumentos transitorios leves de algunos parámetros hepáticos, así como aumentos significativos de las transaminasas. En caso de producirse un aumento importante de estos parámetros, deberá suspenderse el tratamiento (ver secciones 4.2 y 4.3).

Uso en pacientes de edad avanzada:

Los pacientes de edad avanzada sufren una mayor incidencia de reacciones adversas a los AINEs, y concretamente hemorragias y perforación gastrointestinales, que pueden ser mortales (ver sección 4.2).

Otras precauciones:

Puede producirse broncoespasmo, urticaria o angioedema en pacientes que tienen o con antecedentes de asma bronquial, rinitis crónica, sinusitis, pólipos nasales, adenoides o trastornos alérgicos.

Ibuprofeno puede enmascarar los signos o síntomas de una infección (fiebre, dolor e hinchazón).

Durante el tratamiento prolongado con altas dosis de analgésicos, pueden producirse cefaleas que no deben tratarse con elevadas dosis del medicamento. En general la ingesta habitual de analgésicos, especialmente el uso combinado de diferentes sustancias analgésicas, puede producir daño renal permanente y riesgo de fallo renal (nefropatía por analgésicos).

En pacientes con enfermedades autoinmunes previas (tales como lupus eritematoso sistémico, enfermedad mixta del tejido conectivo), durante el tratamiento con ibuprofeno se han observado algunos casos con síntomas de meningitis aséptica tales como cuello rígido, cefalea, náuseas, vómitos, fiebre o desorientación.

Al igual que sucede con otros AINE, ibuprofeno puede inhibir temporalmente la agregación y la función plaquetaria, y prolongar el tiempo de hemorragia. Se recomienda precaución cuando se administre ibuprofeno concomitantemente con anticoagulantes orales o en pacientes con trastornos de la coagulación.

En los pacientes sometidos a tratamientos de larga duración con ibuprofeno se debe controlar como medida de precaución la función renal, la función hepática, la función hematológica y los recuentos hemáticos, especialmente en pacientes de alto riesgo.

Excepcionalmente, la varicela puede ser el origen de infecciones cutáneas graves y complicaciones en tejido blando. Hasta la fecha, no puede descartarse el papel de los AINEs en el empeoramiento de estas infecciones. Por lo tanto, debe evitarse la administración de ibuprofeno en caso de varicela.

El consumo de alcohol debe evitarse ya que puede intensificar las reacciones adversas de los AINEs, especialmente los que afectan al tracto gastrointestinal o al sistema nervioso central.

Los pacientes en tratamiento con ibuprofeno deben notificar a su médico signos o síntomas de úlcera o hemorragia gastrointestinal, visión borrosa u otros síntomas que afecten a la visión, erupción cutánea, aumento de peso o edema.

Advertencias sobre excipientes:

Este medicamento contiene lactosa. Los pacientes con intolerancia hereditaria a galactosa, insuficiencia de lactasa de Lapp (insuficiencia observada en ciertas poblaciones de Laponia) o malabsorción de glucosa o galactosa no deben tomar este medicamento.

4.5. Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción

Debe evitarse el uso concomitante de ibuprofeno y los siguientes fármacos:

Acido acetilsalicílico: : En general, no se recomienda la administración concomitante de ibuprofeno y ácido acetilsalicílico debido a la posibilidad de que aumenten los efectos adversos.

Datos experimentales sugieren que el ibuprofeno puede inhibir de forma competitiva el efecto de dosis bajas de ácido acetilsalicílico sobre la agregación plaquetaria cuando se administran de forma concomitante. Aunque hay ciertas dudas respecto a la extrapolación de estos datos a la situación clínica, la posibilidad de que el uso habitual a largo plazo de ibuprofeno pueda reducir el efecto cardioprotector de dosis bajas de ácido acetilsalicílico no puede excluirse. Se considera que es probable que no haya un efecto clínicamente relevante con el uso ocasional de ibuprofeno (ver sección 5.1).

Otros AINEs: Debe evitarse el uso simultáneo de ibuprofeno con otros AINEs (ver sección 4.4), ya que pueden aumentar el riesgo de úlcera gastrointestinal y hemorragias.

Anticoagulantes: los AINEs pueden aumentar los efectos de los anticoagulantes, tales como warfarina o heparina (ver sección 4.4). En caso de tratamiento simultáneo, se recomienda el seguimiento del estado de la coagulación.

Ticlopidina: Los AINEs no deben combinarse con ticlopidina debido al riesgo de un efecto aditivo en la inhibición de la función plaquetaria.

Metotrexato administrado a dosis de 15 mg/semana o superiores: Los AINEs inhiben la secreción tubular de metotrexato y pueden producirse ciertas interacciones metabólicas que den lugar a un aclaramiento disminuido de metotrexato. Si se administran ibuprofeno y metotrexato dentro de un intervalo de 24 horas, puede producirse un aumento del nivel plasmático de metotrexato con el consiguiente aumento del riesgo de toxicidad por metotrexato. Por ello, deberá evitarse el empleo de ibuprofeno en pacientes que reciban tratamiento con metotrexato a dosis elevadas.

Metotrexato administrado a dosis bajas, inferiores a 15 mg/semana: Ibuprofeno aumenta los niveles de metotrexato. Cuando se emplee en combinación con metotrexato a dosis bajas, se vigilarán estrechamente los valores hemáticos del paciente, sobre todo durante las primeras semanas de administración simultánea. Será asimismo necesario aumentar la vigilancia en caso de deterioro de la función renal, por mínimo que sea, y en pacientes de edad avanzada, así como vigilar la función renal para prevenir una posible disminución del aclaramiento de metotrexato.

Ibuprofeno (como otros AINEs) debe administrarse con precaución en combinación con los siguientes fármacos:

Moclobemida: Aumenta el efecto de ibuprofeno.

Hidantoínas y sulfamidas: Los efectos tóxicos de estas sustancias podrían verse aumentados. Durante el tratamiento simultáneo con ibuprofeno podrían verse aumentados los niveles plasmáticos de fenitoína.

Litio: Los AINEs pueden incrementar los niveles plasmáticos de litio, posiblemente por reducción de su aclaramiento renal. Deberá evitarse su administración conjunta, a menos que se monitoricen los niveles de litio. Debe considerarse la posibilidad de reducir la dosis de litio.

Mifepristona: Los AINEs no deben administrarse en los 8-12 días posteriores a la administración de la mifepristona ya que estos pueden reducir los efectos de la misma.

Digoxina y otros glucósidos cardiotónicos: Los AINEs pueden exacerbar la insuficiencia cardíaca, reducir la tasa de filtración glomerular y aumentar los niveles de los glucósidos cardiotónicos. Los AINEs pueden elevar los niveles plasmáticos de digoxina, aumentando así el riesgo de toxicidad por digoxina.

Alcohol, bifosfonatos y oxpentifilina (pentoxifilina): Pueden potenciar las reacciones adversas gastrointestinales y el riesgo de hemorragia y ulceración.

Probenecid o sulfinpirazona: Puede provocar un retraso en la eliminación de ibuprofeno. La acción uricosúrica de estas sustancias disminuye.

Antibióticos quinolonas: Los datos en animales indican que los AINEs pueden aumentar el riesgo de convulsiones asociadas con antibióticos quinolonas. Los pacientes que toman AINEs y quinolonas pueden tener un mayor riesgo de desarrollar convulsiones.

Diuréticos y antihipertensivos: Los diuréticos e inhibidores de la ECA pueden aumentar la nefrotoxicidad de los AINEs. Los AINEs pueden reducir el efecto de los diuréticos y antihipertensivos incluyendo inhibidores de la ECA y betabloqueantes. En los pacientes con la función renal reducida (p.ej. pacientes deshidratados o pacientes de edad avanzada con función renal reducida), el uso concomitante de un inhibidor de la ECA y un antagonista de la angiotensina II con un medicamento inhibidor de la ciclooxigenasa puede conducir a un mayor deterioro de la función renal y a una insuficiencia renal aguda. Generalmente esto es reversible. Por tanto, esta combinación solamente debe utilizarse con precaución, especialmente en pacientes de edad avanzada. Debe indicarse a los pacientes que beban suficiente líquido y se considerará la realización de análisis periódicos de los valores renales durante el tiempo inmediatamente posterior al comienzo del tratamiento en combinación.

Como ocurre con otros AINEs, el tratamiento concomitante con diuréticos ahorradores de potasio o inhibidores de la ECA puede producir un aumento de los niveles de potasio, por lo que es necesario vigilar los niveles plasmáticos de este ion.

Captopril: Estudios experimentales indican que ibuprofeno contrarresta el efecto de captopril de aumento de la excreción de sodio.

Sulfonilureas: Los AINEs podrían potenciar el efecto hipoglucemiante de las sulfonilureas, desplazándolas de su unión a proteínas plasmáticas. En el caso de tratamiento simultáneo, se recomienda hacer un seguimiento de los niveles de glucemia.

Corticosteroides: Pueden aumentar el riesgo de úlcera o sangrado gastrointestinal (ver sección 4.4).

Ciclosporina: El riesgo de daño renal debido a ciclosporina aumenta cuando se administran de forma concomitante algunos AINEs. Este efecto no se puede descartar ni por la combinación de ciclosporina ni por el ibuprofeno.

Colestiramina: El tratamiento concomitante con colestiramina e ibuprofeno da como resultado una absorción prolongada y reducida de ibuprofeno (25%). Los medicamentos deben administrarse con al menos una hora de intervalo.

Tacrolimus: Su administración simultánea con AINE puede aumentar el riesgo de nefrotoxicidad.

Antiagregantesplaquetarios (p.ej. clopidogrely ticlopidina): Aumentan el riesgo de hemorragia gastrointestinal (ver sección 4.4).

Zidovudina: Existe evidencia de un mayor riesgo de hemartrosis y hematomas en pacientes hemofílicos VIH (+) que reciben tratamiento concurrente con zidovudina e ibuprofeno. Puede aumentar el riesgo de toxicidad hematológica cuando los AINEs se administran de forma concomitante con zidovudina. Se recomienda hacer un recuento sanguíneo 1-2 semanas después del inicio del uso del tratamiento conjunto.

Ritonavir: Puede aumentar las concentraciones plasmáticas de AINEs.

Aminoglucósidos: Los AINEs pueden disminuir la excreción de los aminoglucósidos y aumentar su toxicidad.

Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRSs): Pueden aumentar el riesgo de sangrado gastrointestinal (ver sección 4.4).

Baclofeno: Eleva la toxicidad del baclofeno.

Extractos de hierbas: Ginkgo biloba puede potenciar el riesgo de hemorragia con los AINEs.

4.6. Fertilidad, embarazo y lactancia Embarazo

1)    Primer y segundo trimestre de la gestación

La inhibición de la síntesis de prostaglandinas, puede afectar negativamente la gestación y/o el desarrollo del embrión/feto. Datos procedentes de estudios epidemiológicos sugieren un aumento del riesgo de aborto y de malformaciones cardiacas y gastrosquisis tras el uso de un inhibidor de la síntesis de prostaglandinas en etapas tempranas de la gestación. El riesgo absoluto de malformaciones cardiacas se incrementó desde menos del 1% hasta aproximadamente el 1,5%. Parece que el riesgo aumenta con la dosis y la duración del tratamiento. En animales, la administración de un inhibidor de la síntesis de prostaglandinas ha mostrado que produce un aumento de la pérdida pre- y post-implantación así como de la mortalidad embrio/fetal. Además, se han notificado aumentos en la incidencia de diversas malformaciones, incluyendo malformaciones cardiovasculares, en animales a los que se administró un inhibidor de la síntesis de prostaglandinas durante el periodo organogenético. Durante el primer y segundo trimestres de la gestación, ibuprofeno no debe administrarse a no ser que se considere estrictamente necesario. Si utiliza ibuprofeno una mujer que intenta quedarse embarazada, o durante el primer y segundo trimestres de la gestación, la dosis y la duración del tratamiento debe reducirse lo máximo posible.

2)    Tercer trimestre de la gestación

Durante el tercer trimestre de la gestación, todos los inhibidores de la síntesis de prostaglandinas pueden exponer al feto a:

-    Toxicidad cardiopulmonar (con cierre prematuro del ductus arteriosus e hipertensión pulmonar).

-    Disfunción renal, que puede progresar a fallo renal con oligo-hidroamniosis.

Al final del embarazo, pueden exponer a la madre y al feto a:

-    Una posible prolongación del tiempo de hemorragia, debido a un efecto de tipo antiagregante que puede ocurrir incluso a dosis muy bajas.

-    Inhibición de las contracciones uterinas, que puede producir retraso o prolongación del parto (con una tendencia mayor al sangrado en la madre y en el niño).

Consecuentemente, ibuprofeno está contraindicado durante el tercer trimestre de embarazo (ver sección

4.3.).

Fertilidad

El uso de ibuprofeno puede alterar la fertilidad femenina y no se recomienda en mujeres que están intentando concebir. En mujeres con dificultades para concebir o que están siendo sometidas a una investigación de fertilidad, se debería considerar la suspensión de este medicamento.

Lactancia

A pesar de que las concentraciones de ibuprofeno que se alcanzan en la leche materna son inapreciables con dosis terapéuticas durante un tratamiento a corto plazo, y no son de esperar efectos indeseables en el lactante, no se recomienda el uso de ibuprofeno durante la lactancia debido al riesgo potencial de inhibir la

síntesis de prostaglandinas en el neonato. Si se prescribe un tratamiento más largo, se debe considerar la finalización precoz de la lactancia.

4.7.    Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas

Si se administra una sola dosis de ibuprofeno o durante un periodo corto, no es necesario adoptar precauciones especiales. Sin embargo, como a altas dosis se pueden experimentar reacciones adversas tales como fatiga, somnolencia, vértigo (notificada como frecuente) y alteraciones visuales (notificadas como poco frecuentes), la capacidad para conducir o manejar maquinaria puede verse afectada en algunos casos. Este efecto se potencia con el consumo simultáneo de alcohol.

4.8.    Reacciones adversas

Las reacciones adversas que se observan con mayor frecuencia son de naturaleza gastrointestinal. Pueden producirse úlceras pépticas, perforación o hemorragia gastrointestinal, en algunos casos mortales, especialmente en los pacientes de edad avanzada (ver sección 4.4).También se han notificado náuseas, vómitos, diarrea, flatulencia, estreñimiento, dispepsia, dolor abdominal, melena, hematemesis, estomatitis ulcerosa, exacerbación de colitis y enfermedad de Crohn (ver sección 4.4). Se ha observado menos frecuentemente la aparición de gastritis.

Las reacciones adversas son en su mayoría dosis-dependientes. El riesgo de que se produzcan hemorragias gastrointestinales depende especialmente de la dosis y la duración del tratamiento. Otros factores de riesgo conocidos, ver sección 4.4.

Se ha notificado asociado al tratamiento con AINEs edema, hipertensión, e insuficiencia cardiaca.

Las reacciones adversas son menos frecuentes cuando la dosis máxima diaria es de 1.200 mg.

La evaluación de las reacciones adversas normalmente se basa en las siguientes frecuencias:

Muy frecuentes (>1/10)

Frecuentes (>1/100 a < 1/10)

Poco frecuentes (>1/1.000 a <1/100)

Raras (>1/10.000 a < 1/1.000)

Muy raras (<1/10.000)

frecuencia no conocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles)

Exploraciones complementarias:

Raras: aumento del nitrógeno de la urea en sangre, de las transaminasas séricas y de la fosfatasa alcalina, disminución en los valores de hemoglobina y hematocrito, inhibición de la agregación plaquetaria, tiempo de sangrado prolongado, disminución del calcio sérico, aumento en el ácido úrico sérico.

Trastornos gastrointestinales:

Muy frecuentes: trastornos gastrointestinales, tales como ardor, dispepsia, dolor abdominal y náuseas, vómitos, flatulencia, diarrea, estreñimiento.

Frecuentes: úlceras gastrointestinales, en ocasiones con sangrado y perforación (ver sección 4.4), pérdida de sangre oculta que puede conducir a anemia, melena, hematemesis, estomatitis ulcerosa, colitis, exacerbación de enfermedad inflamatoria intestinal, complicaciones de los divertículos del colon (perforación, fístula).

Poco frecuentes: gastritis.

Muy raras: esofagitis, pancreatitis, estenosis intestinales.

Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo:

Poco frecuentes: fotosensibilidad, urticaria, prurito, púrpura (incluida la púrpura alérgica).

Muy raras: reacciones cutáneas graves (ampollosas incluyendo el síndrome de Stevens Johnson y la necrolisis epidérmica tóxica, eritema multiforme, dermatitis exfoliativa), alopecia, fascitis necrosante.

Excepcionalmente, pueden tener lugar infecciones cutáneas graves y complicaciones en tejido blando durante la varicela.

Trastornos del sistema inmunológico:

Poco frecuentes: reacciones de hipersensibilidad tales como urticaria, prurito, púrpura y exantema, así como ataques de asma (algunas veces con hipotensión).

Raras: lupus eritematoso sistémico. En la mayor parte de los casos en los que se ha comunicado meningitis aséptica con ibuprofeno, el paciente sufría alguna forma de enfermedad autoinmunitaria (como lupus eritematoso sistémico u otras enfermedades del colágeno) lo que suponía un factor de riesgo.

Muy raras: reacciones graves de hipersensibilidad. Los síntomas pueden incluir edema facial, hinchazón de la lengua, hinchazón de la laringe con constricción de las vías aéreas, disnea, taquicardia, caída de la presión arterial hasta shock potencialmente mortal.

Trastornos del sistema nervioso:

Frecuentes: fatiga, somnolencia, cefalea, mareo, vértigo, agitación, insomnio, irritabilidad.

Muy raras: meningitis aséptica (ver en trastornos del sistema inmunológico)

Trastornos psiquiátricos:

Poco frecuentes: insomnio, ansiedad, intranquilidad Raras: depresión, confusión, alucinaciones.

Trastornos del oído y del laberinto:

Raras: trastornos auditivos.

Muy raras: tinnitus.

Trastornos oculares:

Poco frecuentes: alteraciones visuales.

Raras: ambliopía tóxica reversible.

Trastornos de la sangre y del sistema linfático:

Muy raras: puede prolongarse el tiempo de sangrado. Trastornos hematopoyéticos (trombocitopenia, leucopenia, granulocitopenia, pancitopenia, agranulocitosis, anemia). Los primeros signos o síntomas pueden incluir: fiebre, dolor de garganta, úlceras superficiales en la boca, síntomas parecidos a la gripe, fatiga intensa, hemorragias cutáneas y nasales.

Trastornos cardiacos:

Muy raras: palpitaciones, edema, insuficiencia cardiaca, infarto de miocardio, edema pulmonar agudo. Estudios clínicos sugieren que el uso de ibuprofeno, especialmente en dosis altas (2400 mg/día) se puede asociar con un pequeño aumento del riesgo de acontecimientos trombóticos arteriales (por ejemplo, infarto de miocardio o ictus) (ver sección 4.4)..

Parece existir una mayor predisposición por parte de los pacientes con hipertensión o trastornos renales a sufrir retención hídrica.

Trastornos vasculares:

Muy raras: hipertensión

Trastornos renales y urinarios:

Poco frecuentes: desarrollo de edema, especialmente en pacientes con hipertensión arterial o insuficiencia renal, síndrome nefrótico, nefritis intersticial que puede asociarse con insuficiencia renal.

Muy raras: necrosis papilar renal con el uso prolongado (ver sección 4.4).

Trastornos hepatobiliares:

Muy raras: lesión hepática, especialmente tras uso a largo plazo, anomalías de la función hepática, insuficiencia hepática, hepatitis aguda, ictericia.

Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos:

Poco frecuentes: rinitis, broncoespasmo.

Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración:

En muy raros casos podrían verse agravadas las inflamaciones asociadas a infecciones.

Notificación de sospechas de reacciones adversas

Es importante notificar las sospechas de reacciones adversas al medicamento tras su autorización. Ello permite una supervisión continuada de la relación beneficio/riesgo del medicamento. Se invita a los profesionales sanitarios a notificar las sospechas de reacciones adversas a través del Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano: https://www.notificaram.es.

4.9. Sobredosis

Síntomas

La mayoría de los pacientes que han ingerido cantidades clínicamente significativas de AINEs desarrollaron náuseas, vómitos, dolor epigástrico, o más raramente diarrea. También puede producirse tinnitus, cefalea, mareo, vértigo y hemorragia gastrointestinal. Cuando la sobredosis es mayor, se observa toxicidad en el sistema nervioso central, manifestándose en forma de somnolencia, ocasionalmente excitación y desorientación o coma. Ocasionalmente los pacientes desarrollan convulsiones. Los niños también pueden desarrollar calambres mioclónicos. Cuando la sobredosis es grave, puede producirse acidosis metabólica y prolongarse el tiempo de protrombina/INR, probablemente debido a la acción de los factores coagulantes circulantes. Puede producirse insuficiencia renal aguda, daño hepático, hipotensión, depresión respiratoria y cianosis. Es posible que se produzca exacerbación del asma en pacientes asmáticos.

Tratamiento

El tratamiento debe ser sintomático y de apoyo, e incluir el mantenimiento de una vía aérea libre y el seguimiento de los signos vitales y cardiacos hasta su estabilización. Si el paciente se presenta dentro de la primera hora después de la ingestión de más de 400 mg por kg de peso corporal, está indicado el vaciado gástrico o la administración oral de carbón activado. Si el ibuprofeno ya se ha absorbido, deben administrarse sustancias alcalinas para favorecer la excreción a través de la orina del ibuprofeno en su forma ácida. Si aparecen convulsiones frecuentes o prolongadas, deben tratarse con diazepam o lorazepam intravenoso. Se administrarán broncodilatadores para el asma. No existe antídoto específico.

5. Propiedades farmacológicas

5.1. Propiedades farmacodinámicas

Grupo farmacoterapéutico: Antiinflamatorio no esteroideo, código ATC: M01AE01

Ibuprofeno es un compuesto no esteroideo derivado del ácido propiónico con marcadas propiedades antiinflamatorias, analgésicas, y antipiréticas.

Su mecanismo de acción podría ser debido a la inhibición de la síntesis de prostaglandinas. Las prostaglandinas desempeñan un papel esencial en la aparición de la fiebre, del dolor y de la inflamación.

Datos experimentales sugieren que ibuprofeno puede inhibir de forma competitiva el efecto de dosis bajas de ácido acetilsalicílico sobre la agregación plaquetaria cuando se administran de forma concomitante. Algunos estudios farmacodinámicos mostraron que cuando se toman dosis únicas de ibuprofeno 400 mg en las 8 h anteriores o en los 30 minutos posteriores a la dosificación de ácido acetilsalicílico de liberación inmediata (81 mg), se redujo el efecto del ácido acetilsalicílico sobre la formación de tromboxano o la agregación plaquetaria. Aunque hay ciertas dudas respecto a la extrapolación de estos datos a la situación clínica, la posibilidad de que el uso habitual a largo plazo de ibuprofeno pueda reducir el efecto cardioprotector de dosis bajas de ácido acetilsalicílico no puede excluirse. Se considera que es probable que no haya un efecto clínicamente relevante con el uso ocasional del ibuprofeno (ver sección 4.5).

5.2. Propiedades farmacocinéticas

Ibuprofeno es un fármaco que tiene una farmacocinética de tipo lineal hasta dosis de al menos 800 mg.

Absorción:

El ibuprofeno administrado por vía oral se absorbe en el tracto gastrointestinal aproximadamente en un 80%. Las concentraciones plasmáticas máximas se alcanzan (Tmax) 1-2 horas después de la administración.

La administración de ibuprofeno junto con alimentos retrasa el Tmax (de ± 2 h en ayunas a ± 3 h después de tomar alimentos), aunque esto no tiene efectos sobre la magnitud de la absorción.

Los parámetros farmacocinéticos obtenidos en voluntarios sanos con la presente formulación en forma de comprimidos de 600 mg son similares a los publicados en la literatura para comprimidos de igual dosis. La Cmax es de 54,63 ng/ml el Tmax es de 1,5 h y la biodisponibilidad (AUC0-<») es de 190,4 ng.h/ml.

Distribución:

El volumen aparente de distribución del ibuprofeno tras administración oral es de 0,1 a 0,2 l/kg, con una fuerte unión a proteínas plasmáticas en torno al 99%.

Biotransformación:

Ibuprofeno es ampliamente metabolizado en el hígado por hidroxilación y carboxilación del grupo isobutilo a través del CYP2C9 y CYP2C8. Sus metabolitos carecen de actividad farmacológica. El ibuprofeno y sus metabolitos son en parte conjugados con ácido glucurónico.

Eliminación:

La eliminación de ibuprofeno tiene lugar principalmente a nivel renal y se considera total al cabo de 24 horas. Un 10% aproximadamente se elimina de forma inalterada y un 90% se elimina en forma de metabolitos inactivos, principalmente como glucurónidos.

5.3. Datos preclínicos sobre seguridad

Ibuprofeno no resultó teratogénico en diferentes especies animales. Asimismo, tanto los estudios de mutagénesis como los de carcinogénesis dieron resultados negativos.

En algunos estudios de reproducción en animales, se ha observado un aumento de las distocias y retrasos en el parto, relacionados con la propia acción inhibidora de la síntesis de prostaglandinas de los AINEs.

6 . Datos farmacéuticos

6.1.    Lista de excipientes

Croscarmelosa de sodio, hipromelosa, lactosa monohidrato, celulosa microcristalina, almidón de maíz, sílice coloidal anhidra, estearato de magnesio y agua purificada, hipromelosa, dióxido de titanio (E-171), talco y propilenglicol.

6.2.    Incompatibilidades No procede.

6.3.    Periodo de validez 2 años

6.4.    Precauciones especiales de conservación Conservar a temperatura inferior a 30°C

6.5. Naturaleza y contenido del envase



Blíster aluminio-PVC/PVDC en envase de 40 comprimidos. Envase clínico de 500 comprimidos recubiertos

Puede que solamente estén comercializados algunos tamaños de envases.

6.6. Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones Ninguna especial

7.    Titular de la autorización de comercialización

Aurovitas Spain, S.A.U.

Avda. de Burgos, 16-D 28036 Madrid España

8.    Número(s) de autorización de comercialización

74.205

9.    Fecha de la primera autorización/ renovación de la autorización

Fecha de la primera autorización: 10/Junio/2011

10.    Fecha de la revisión del texto Julio 2016

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