Fenitoina Nrim 100 Mg Capsulas Duras
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RESUMEN DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL PRODUCTO
1 NOMBRE DEL MEDICAMENTO
Fenitoína NRIM 100 mg cápsulas duras
2 COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA
Cada cápsula dura contiene 100mg de fenitoína de sodio.
Cada cápsula también contiene 85,50 mg de lactosa
Para consultar la lista completa de excipientes ver sección 6.1
3 FORMA FARMACÉUTICA
Cápsulas duras.
Cápsulas duras de gelatina de tamaño “3”, con cuerpo blanco y tapa transparente de color naranja con el número “146” impreso, que contiene en su interior polvo granulado.
4 DATOS CLÍNICOS
4.1 Indicaciones terapéuticas
Fenitoína NRIM 100 mg cápsulas duras_está indicada para:
- El control de las crisis de tipo tónico-clónico (epilepsia gran mal), crisis parciales (focales que incluyen el lóbulo temporal) o una combinación de ambas
- La prevención y tratamiento de las convulsiones que ocurren durante o después de una neurocirugía y /o lesión grave en la cabeza
Fenitoína NRIM 100 mg cápsulas duras también se ha utilizado en el tratamiento de la neuralgia del trigémino, pero solamente se utilizará como una línea de tratamiento secundaria si la carbamezapina no es eficaz o los pacientes no toleran la carbamezapina.
4.2 Posología y forma de administración
Posología
La dosis debe individualizarse ya que la variabilidad a dosis equivalentes, de los niveles en suero de fenitoína entre pacientes puede ser muy amplia. La fenitoína debe introducirse en pequeñas dosis con incrementos graduales hasta que se consigue el control o hasta que aparecen efectos tóxicos. En algunos casos es necesario hacer determinaciones serológicas para un óptimo ajuste de dosis - el nivel clínicamente efectivo suele ser de 10-20mg/l (40-80 micromoles/l) aunque algunos casos de convulsiones tónico-clónicas pueden controlarse con niveles de fenitoína en suero menores. A la dosis recomendada suele ser necesario un periodo de siete a diez días
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hasta que se consiguen los niveles estables de fenitoína en suero y por tanto no deben realizarse cambios en intervalos menores de siete a diez días. El tratamiento de mantenimiento se hará con la dosis mínima de anticonvulsivo que controla las convulsiones.
Adultos:
Inicialmente 3 a 4mg/kg/día con ajustes posteriores si fuera necesario. Para la mayoría de adultos una dosis de mantenimiento satisfactoria será entre 200 y 500mg diarios en dosis individuales o divididas. Puede que de manera excepcional, esté indicada una dosis diaria fuera de este rango. Las dosis se ajustarán normalmente según los niveles séricos, siempre que exista un centro de análisis disponible.
Pacientes de edad avanzada:
Pacientes de edad avanzada (más de 65 años): Igual que en el caso de los adultos, la dosis de fenitoína debe ajustarse según los requisitos individuales de los pacientes utilizando las mismas directrices. Dado que los pacientes de edad avanzada suelen tener múltiples tratamientos con otros medicamentos, debe tenerse en cuenta la posibilidad de aparición de interacciones medicamentosas.
Población pediátrica
Bebés y niños:
Inicialmente 5mg/kg/día en dos dosis divididas, con dosificación individualizada hasta un máximo de 300mg diarios. La dosis de mantenimiento diaria recomendada es de 4-8mg/kg.
Recién nacidos:
La absorción de fenitoína tras la administración oral en recién nacidos es impredecible. Por lo tanto, el metabolismo de la fenitoína puede estar dsiminuido. Por lo tanto es especialmente importante monitorizar los niveles séricos en los recién nacidos.
Forma de administración Exclusivamente vía oral
4.3 Contraindicaciones
La fenitoína está contraindicada en aquellos pacientes con hipersensibilidad a la fenitoína, a alguno de sus excipientes u otras hidantoínas.
4.4 Advertencias y precauciones especiales de empleo
Se han notificado casos de comportamiento e ideas suicidas en pacientes tratados con agentes antiepilépticos para diversas indicaciones. En un meta análisis de ensayos clínicos aleatorios con medicamentos antiepilépticos controlados con placebo se observó un pequeño aumento del riesgo de comportamiento e ideas suicidas. El mecanismo de los riesgos es desconocido y los datos disponibles no excluyen la posibilidad de un aumento del riesgo con la fenitoína de sodio.
Por lo tanto los pacientes deben monitorizarse para detectar posibles signos de comportamiento o ideas suicidas y se debe considerar el tratamiento adecuado. Los
pacientes (y cuidadores de los pacientes) deben saber que tienen que pedir asistencia si surgieran signos de comportamientos o ideas suicidas.
La interrupción abrupta de la fenitoína en los pacientes epilépticos puede precipitar un status epilepticus. Cuando, a juicio del médico, se deba hacer una reducción de la dosis, interrupción de la medicación o sustitución por una medicación antiepiléptica alternativa, ésta debe hacerse de manera gradual. Sin embargo, en el caso de una reacción alérgica o de hipersensibilidad, puede que sea necesario hacer una sustitución rápida por un tratamiento antiepiléptico alternativo. En este caso, el tratamiento alternativo debe ser un medicamento antiepiléptico que no pertenezca a la clase química de la hidantoína.
La fenitoína está fuertemente unida a las proteínas y se metaboliza de forma extensiva en el hígado. Por ello puede que en pacientes con la función hepática alterada sea necesario reducir la dosis para prevenir la acumulación y la toxicidad. Al reducirse la unión a las proteínas, como en la uremia, los niveles séricos totales de fenitoína se reducirán de igual forma. Sin embargo, la concentración de medicamento libre farmacológicamente activo es improbable que se altere. Por lo tanto, en estas circunstancias se debe alcanzar el control terapéutico con niveles totales de fenitoína por debajo del rango normal de 10-20mg/l (40-80 micromoles/l). Los pacientes con trastornos de la función hepática, pacientes de edad avanzada o aquellos que están gravemente enfermos pueden presentar signos tempranos de toxicidad.
La fenitoína no es eficaz para las crisis de ausencia (pequeño mall). Si se presentan al mismo tiempo crisis tónico-clónicas (gran mal) y crisis de ausencia se necesita un tratamiento combinado de fármacos.
La fenitoína puede afectar al metabolismo de la glucosa e inhibir la liberación de insulina. Se han notificado casos de hiperglicemia asociados con niveles tóxicos. La fenitoína no está indicada para las crisis debidas a hipoglicemia u otras causas metabólicas.
Los niveles séricos de fenitoína sostenidos por encima del rango óptimo pueden producir estados de confusión descritos como "delirium", "psicosis", o "encefalopatía", o raramente disfunción cerebelar irreversible. Por consiguiente, cuando aparezca el primer signo de toxicidad aguda se recomienda hacer las determinaciones del nivel de fármaco en suero. La reducción de dosis en el tratamiento con fenitoína está indicada cuando los niveles séricos son excesivos; si persisten los síntomas se recomienda finalizar el tratamiento con fenitoína.
No deben utilizarse preparaciones con plantas que contengan Hierba de San Juan (Hypericum perforatum) mientras se esté administrando fenitoína, debido al riesgo de reducción de concentraciones plasmáticas y de los efectos clínicos de la fenitoína (ver sección 4.5).
El síndrome de hipersensibilidad a anticonvulsivantes (AHS) es un síndrome multiorgánico potencialmente fatal y que aparece en algunos pacientes que están tomando algún medicamento anticonvulsivante. Viene caracterizado por la presencia de fiebre, erupciones cutáneas, adenopatías linfáticas y otras patologías multiorgánicas, a menudo hepáticas. El mecanismo es desconocido. El intervalo entre la primera exposición al medicamento y los síntomas es normalmente de 2-4 semanas, aunque se ha observado también en individuos que habían recibido anticonvulsivantes durante 3 o más meses. Los pacientes con mayor riesgo de desarrollar AHS incluye a los pacientes de raza negra, pacientes con historial familiar del síndrome o que han sufrido este síndrome en el pasado, y pacientes inmuno deprimidos. El síndrome es más severo en pacientes previamente sensibilizados. Si un
paciente es diagnosticado de AHS, hay que interrumpir el tratamiento con fenitoína y aplicar las medidas de apoyo necesarias.
Este medicamento contiene lactosa. Los pacientes con intolerancia hereditaria a galactosa, insuficiencia de lactosa, insuficiencia de lactasa de Lapp (insuficiencia observada en ciertas poblaciones de Laponia) o malformación de glucosa o galactosa, no deben tomar este medicamento.
Reaciones cutáneas severas
La fenitoína puede causar reacciones adversas cutáneas graves, raras, tales como la dermatitis exfoliativa, síndrome de Stevens-Johnson (SJS), y necrólisis epidérmica tóxica (TEN), que puede ser fatal. Aunque pueden aparecer reacciones adversas severas sin previo aviso, los pacientes deben estar alerta para detectar los signos y síntomas de erupciones cutáneas y ampollas, fiebre u otros signos de hipersensibilidad como picor, y deben buscar consejo de su médico inmediatamente cuando observen alguno de estos signos. El médico deberá indicar al paciente que interrumpa el tratamiento si aparece una erupción. Si ésta es de tipo leve (de tipo sarampión o escarlatina) se podrá reiniciar el tratamiento cuando haya desaparecido completamente la erupción. Si vuelve a aparecer la erupción, al reinstaurar el tratamiento, la medicación con fenitoína está contraindicada. La literatura publicada sugiere que puede haber un aumento, aunque raro, del riesgo de reacciones de hipersensibilidad, que incluyen erupciones cutáneas, SJS, TEN y hepatoxicidad en pacientes de raza negra.
Estudios en pacientes de ascendencia china han encontrado una fuerte asociación entre el riesgo de desarrollar SJS/TEN y la presencia de HLA-B*1502, una variante alélica hereditaria del gen HLA B, en pacientes que están tomando carbamazepina. Existe una evidencia limitada de que HLAB* 1502 pueda ser un factor de riesgo para el desarrollo de SJS/TEN en pacientes de ascendencia asiática que estén tomando medicación asociada con SJS/TEN, incluída la fenitoína. Debe considerarse el evitar medicamentos asociados con SJS/TEN, incluyendo la fenitoína, en pacientes HLA-B*1502 positivo, cuando existen también otras terapias alternativas igualmente disponibles.
El HLAB* 1502 puede estar asociado con un aumento del riesgo de desarrollar el síndrome de Stevens Johnson (SJS) en individuos de origen chino Tai y Han cuando están con tratamiento de fenitoína. Si estos pacientes se sabe que son positivos al HLAB*1502, el uso de fenitoína solamente se hará si se considera que los beneficios van a superar los riesgos.
En la población caucásica y japonesa, la frecuencia del alelo HLAB*1502 es extremadamente baja y por ello no es posible actualmente llegar a una conclusión en relación al riesgo asociado. No se dispone de información adecuada respecto a la asociación del riesgo en otras etnias.
Efectos musculoesqueléticos
La fenitoína y otros anticonvulsivantes que han demostrado que inducen la enzima CYP450 se piensa que afectan al metabolismo mineral de los huesos indirectamente al aumentar el metabolismo de la Vitamina D3. Esto puede llevar a una deficiencia de Vitamina D y un mayor riesgo de osteomalacia, fracturas de los huesos, osteoporosis, hipocalcemia e hipofosfatemia en pacientes epilépticos tratados de forma crónica
En vista de los informes aislados que asocian la fenitoína con la exacerbación de la porfiria, se debe tener precaución al utilizar esta medicación en pacientes que sufran esta enfermedad.
Los pacientes con problemas hereditarios raros de intolerancia a la galactosa, deficiencia de lactasa de Lapp o metabolismo de glucosa-galactosa no deben tomar este medicamento.
4.5 Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción
- Los medicamentos que puede aumentar los niveles séricos de fenitoína incluyen:
Amiodarona, agentes antifúngicos (tales como, aunque no limitados a, anfotericina B, fluconazol, ketoconazol, miconazol e itraconazol), cloramfenicol, clorodiazepoxido, diazepam, dicumarol, diltiazem, disulfiram, fluoxetina, H2-antagonistas, halotano, isoniazida, metilfenidato, nifedipina, omeprazol, estrógenos, fenotiazinas, fenilbutazona, salicilatos, succinimidas, sulfonamidas, tolbutamida, trazodona y viloxazina.
- Medicamentos que pueden disminuir los niveles séricos de fenitoína son los siguientes:
Ácido fólico, reserpina, rifampicina, sucralfato, teofilina y vigabatrina.
Los niveles séricos de fenitoína pueden reducirse mediante el uso concomitante de preparaciones de plantas que contienen hierba de San Juan (Hypericum perforatum). Esto se debe a la inducción por la hierba de San Juan, de enzimas que metabolizan el fármaco. Por lo tanto no deben combinarse preparaciones de plantas que contienen la hierba de San Juan con la fenitoína. El efecto inducido puede durar hasta 2 semanas después de acabar el tratamiento con la hierba de San Juan. Si el paciente ya lo está tomando, hay que determinar los niveles de anticonvulsivantes e interrumpir la ingesta de hierba de San Juan, es posible esto produzca el aumento de los niveles de anticonvulsivante, por lo tanto puede ser necesario hacer un ajuste del mismo.
Un estudio de interacción farmacocinética entre nelfinavir y fenitoína administrados oralmente mostró que nefilnavir reducía los AUC de la fenitoína (total) y fenitoína libre en un 29% y 28%, respectivamente. Por lo tanto, la concentración de fenitoína debe monitorizarse durante la co-administración con nefilnavir, ya que éste puede reducir la concentración de fenitoína en plasma.
- Medicamentos que pueden aumentar o disminuir los niveles séricos de fenitoína incluyen los siguientes.
Carbamazepina, fenobarbital, ácido valproico, valproato sódico, agentes antineoplásicos, ciertos antiácidos y ciprofloxacino. De igual forma, el efecto de la fenitoína sobre los niveles séricos de carbamazepina, fenobarbital, ácido valproico y valproato sódico son impredecibles.
El consumo agudo de alcohol puede aumentar los niveles séricos de fenitoína, mientras que el alcoholismo crónico puede disminuirlos.
- Aunque no es una auténtica interacción farmacocinética, los antidepresivos triciclicos y las fenotiazinas pueden precipitar las crisis en pacientes susceptibles y puede que haya que ajustar la dosis de fenitoína.
- Medicamentos cuyo efecto se ve perjudicado por la fenitoína son los siguientes:
Agentes antifúngicos, agentes antineoplásicos, bloqueantes de los canales de calcio, clozapina, ciclosporina, dicumarol, digitoxina, doxiciclina, furosemida, lamotrigina, metadona, bloqueantes neuromusculares, estrógenos, anticonceptivos orales, paroxetina, quinidina, rifampicina, teofilina y vitamina D.
- Medicamentos cuyo efecto es alterado por la fenitoína.
Warfarina; el efecto de la fenitoína sobre la warfarina es variable y deben determinarse los tiempos de protrombina cuando se combinan estos agentes.
Las determinaciones de los niveles séricos son especialmente útiles cuando se sospecha que pueden existir posibles interacciones entre medicamentos.
- Interacciones entre medicamentos/análisis de laboratorio:
La fenitoína puede producir un ligero descenso de los niveles séricos de la tiroxina total y libre, probablemente como resultado del aumento del metabolismo periférico. Estos cambios no llevan a un hipotiroidismo y no afectan los niveles de TSH de la circulación. Por lo tanto esto puede utilizarse para diagnosticar hipotiroidismo en pacientes con tratamiento de fenitoína. La fenitoína no interfiere con los tests de absorción y eliminación utilizados en el diagnóstico del hipotiroidismo. Sin embargo puede producir valores inferiores en los tests de dexametasona o metapirona. La fenitoína puede aumentar los niveles séricos de glucosa, fosfatasa alcalina y gamma glutamil transpeptidasa y disminuir los niveles séricos de calcio y ácido fólico. Se recomienda medir las concentraciones de folato sérico al menos una vez cada 6 meses, y administrar, si es necesario, suplementos de ácido fólico. La fenitoína puede afectar los tests de metabolismo de azúcar en sangre.
4.6 Fertilidad, embarazo y lactancia
Existen problemas intrínsecos de metodología para obtener datos adecuados sobre la teratogenicidad del medicamento en humanos. Los factores genéticos o la condición epiléptica en sí misma puede ser más importante que la terapia con el medicamento, en la aparición de defectos de nacimiento. La gran mayoría de madres con medicación anticonvulsivante tiene niños normales. Es importante tener en cuenta que los medicamentos anticonvulsivantes no deben interrumpirse en pacientes en los que el medicamento se administra para prevenir crisis mayores debido a la alta probabilidad de precipitar un status epiléptico acompañado de hipoxia que necesita atención médica y supone un peligro de muerte. En casos individuales donde la gravedad y la frecuencia de las crisis son tales que la retirada del medicamento no supone una amenaza seria para el paciente, puede considerarse la interrupción de la medicación antes o durante el embarazo, aunque no se puede decir con seguridad que incluso crisis menores puedan suponer un cierto riesgo en el desarrollo del embrión o feto.
Los anticonvulsivantes, incluyendo la fenitoína, pueden producir anomalías congénitas en la descendencia de un pequeño número de pacientes epilépticos. No se conoce exactamente el papel que tiene la terapia con el medicamento sobre estas anomalías, y en algunos estudios se ha observado que los factores genéticos son importantes. La fenitoína solamente deberá utilizarse durante el embarazo, especialmente en etapas tempranas, si a juicio del médico, los beneficios potenciales superan a los riesgos.
Además de los informes de aumento de incidencia de malformaciones congénitas, tales como labio leporino/paladar hendido y malformaciones del corazón en niños de mujeres que estaban siendo tratadas con fenitoína y otros medicamento antiepilépticos, recientemente se han publicado otros informes de aparición de
síndrome de hidantoína fetal. Este consiste en deficiencia del crecimiento prenatal, microcefalia y deficiencia mental en niños nacidos de madres que habían recibido fenitoína, barbitúricos, alcohol o trimetadiona. Sin embargo, estas características están todas interrelacionadas y frecuentemente asociadas con el retraso del crecimiento intrauterino debido a otras causas.
Existen informes aislados sobre alguna malignidad, incluyendo neuroblastomas, en niños cuyas madres habían sido tratadas con fenitoína durante el embarazo.
Existe un aumento de la frecuencia de aparición de crisis durante el embarazo en una proporción de pacientes que puede deberse a una alteración de la absorción o el metabolismo de la fenitoína. Es especialmente importante una determinación periódica de los niveles séricos de fenitoína en el tratamiento de mujeres epilépticas embarazadas que sirva como guía para ajustar adecuadamente la dosis. Sin embargo, probablemente, estará indicada la restauración de la dosis original tras el parto.
Los defectos de coagulación neonatal se han notificado dentro de las primeras 24 horas en bebés nacidos de madres epilépticas que estaban recibiendo fenitoína. La vitamina K1 ha demostrado que previene o corrige este defecto y puede administrarse a la madre antes del parto y al neonato antes del nacimiento.
Fenitoína sódica no debe utilizarse durante la lactancia ya que parece que se excreta en la leche materna en pequeñas concentraciones.
4.7 Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas
Se recomienda precaución en pacientes que realicen tareas que requieran atención (por ej. conducir o utilizar máquinas), ya que el tratamiento con fenitoína puede producir reacciones adversas sobre el sistema nervioso central como mareos o somnolencia (ver sección 4.8).
4.8 Reacciones adversas
Reacciones del sistema inmune:
Reacción anafilactoide y anafilaxis.
Trastornos del sistema nervioso:
Las manifestaciones más comunes encontradas con la terapia con fenitoína se refieren al sistema nervioso central y normalmente están relacionadas con la dosis. Estas incluyen nistagmus, ataxia, habla mal articulada, disminución de la coordinación, confusión mental, parestesia, somnolencia y vértigo. También se han descrito mareos, insomnio, nerviosismo transitorio, espasmos motores y cefaleas. Muy raramente se han descrito casos de disquinesias inducidas por la fenitoína, incluyendo corea, distonia, temblor y asterixis, similares a las inducidas por la fenotiazina y otros fármacos neurolépticos. Existen informes ocasionales de disfunción cerebelar irreversible asociada con una sobredosis severa de fenitoína. Se ha descrito una polineuropatía periférica predominantemente sensorial en pacientes que habían recibido fenitoína a largo plazo.
Trastornos gastrointestinales:
Náuseas, vómitos y estreñimiento, hepatitis tóxica y alteraciones hepáticas.
Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo:
Manifestaciones dermatológicas, a veces acompañadas de fiebre, incluyen erupciones cutáneas escarlatiniformes o morbiliformes. Las de tipo morbiliforme son las más comunes, la dermatitis es más rara. Otras reacciones más graves y raras son ampollas, dermatitis exfoliativa o púrpura, lupus eritematoso, síndrome de Stevens-Johnson y necrolisis epidérmica tóxica (ver sección 4.4).
Tejido conectivo:
Raramente puede aparecer engrosamiento de los rasgos faciales, alargamiento de los labios, hiperplasia gingival, hirsutismo, hipertricosis, Enfermedad de Peyronie y contracturas de Dupuytren.
Trastornos de la sangre y del sistema linfático:
Ocasionalmente, se han descrito complicaciones hematopoyéticas, algunas fatales, en asociación con la administración de fenitoína. Estas incluyen trombocitopenia, leucopenia, granulocitopenia, agranulocitosis, pancitopenia con o sin eliminación de médula ósea y anemia aplásica. También se ha observado macrocitosis y anemia megaloblástica que normalmente responden a la terapia con ácido fólico.
Existen diversos informes que indican una posible relación entre la fenitoína y el desarrollo de linfoadenopatía (local y generalizada) que incluye hiperplasia benigna de nódulos linfáticos benignos, pseudolinfoma, linfoma y enfermedad de Hodgkin. Aunque no se ha establecido la relación causa-efecto, la aparición de linfoadenopatía indica la necesidad de diferenciar esta afección de otros tipos de patología de nódulos linfáticos. La invasión de los nódulos linfáticos puede aparecer con o sin síntomas y signos parecidos a la enfermedad del suero por ej. fiebre, erupción cutánea e implicación del hígado. En todos los casos de linfoadenopatía está indicado un seguimiento observacional durante un periodo de tiempo prolongado, y se deben hacer todos los esfuerzos para controlar las crisis utilizando medicamentos antiepilépticos alternativos.
Se deben realizar análisis de sangre frecuentes durante el tratamiento con fenitoína.
Trastornos del sistema inmunológico:
Se ha descrito síndrome de hipersensibilidad, en raras ocasiones fatal (el síndrome puede incluir, aunque no está limitado a, síntomas como artralgias, eosinofilia, fiebre, disfunción hepática, linfoadenopatía o erupción cutánea), lupus eritematoso sistémico, poliarteritis nodosa y anomalías en inmunoglobulinas. Algunos casos individuales indican que puede existir un aumento, aunque raro, de la incidencia de reacciones de hipersensibilidad que incluyen erupción cutánea y hepatotoxicidad en pacientes de raza negra.
Otros:
Poliartropatía, nefritis intersticial, pneumonitis.
Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo:
Las fracturas de huesos y la osteomalacia se ha asociado al uso prolongado (>10 años) de fenitoína, en pacientes con epilepsia crónica. También se han notificado casos de osteoporosis, osteopenia, disminución de la densidad ósea y otros trastornos del metabolismo óseo como hipocalcemia, hipofosfatemia y disminución de los niveles de metabolitos de la vitamina D, en pacientes que estaban siguiendo un tratamiento a largo plazo. El mecanismo por el cual la fenitoína afecta al metabolismo óseo no se ha identificado.
4.9 Sobredosis
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La dosis letal en niños no se conoce. La dosis letal media en adultos se estima en 2 a 5g. Los síntomas iniciales son nistagmus, ataxia y disartria. El paciente después entra en coma, las pupilas no responden y aparece hipotensión seguida de depresión respiratoria y apnea. La muerte se produce por depresión respiratoria y circulatoria.
Existen grandes variaciones entre individuos respecto a los niveles séricos de fenitoína cuando aparece la toxicidad. El nistagmo de la mirada lateral aparece normalmente con 20mg/l, y la ataxia con 30mg/l, la disartria y el letargo aparecen cuando la concentración sérica es mayor de 40mg/l, pero se ha descrito hasta una concentración de 50mg/l sin evidencias de toxicidad.
Una concentración de hasta 25 veces la dosis terapéutica produce una concentración en suero superior a 100mg/l (400 micromoles/l) con recuperación completa.
Tratamiento:
El tratamiento no es específico ya que no existe un antídoto conocido. Si se ha ingerido dentro de las 4 horas previas se realizará un lavado de estómago. Si no existe el reflejo nauseoso, deben mantenerse las vías respiratorias abiertas. Puede ser necesario el aporte de oxígeno y de ventilación asistida para la depresión del sistema nervioso central, respiratorio y cardiovascular. Puede considerarse la hemodiálisis dado que la fenitoína no se une completamente a las proteínas plasmáticas. En intoxicaciones severas en niños se ha utilizado la transfusión de intercambio total.
En casos de sobredosis aguda debe tenerse en cuenta la posible presencia de otros depresores del SNC, incluyendo el alcohol.
5 PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS
5.1 Propiedades farmacodinámicas
Grupo farmacoterapéutico: Antiepilépticos; derivados de la hidantoína
Código INN: N03AB02
La fenitoína es eficaz en diversos modelos de animales con alteraciones convulsivas generalizadas, razonablemente eficaz en modelos de crisis parciales pero relativamente ineficaz en modelos de crisis mioclónicas.
Parece estabilizar más que aumentar el umbral de crisis y prevenir la propagación de la actividad de la crisis más que eliminar el focus primario que provoca la crisis.
El mecanismo por el que la fenitoína ejerce su acción anticonvulsiva aún no se ha explicado totalmente, los efectos que posiblemente contribuyen a ello incluyen:
- Efectos no-sinápticos para reducir la conductancia del sodio, aumento de la extrusión activa de sodio, bloqueo del disparo repetitivo y reducción de la potenciación post-tetánica.
- Acción post-sináptica para aumentar la inhibición mediada por el gaba y reducir la transmisión sináptica excitadora.
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- Acciones pre-sinápticas para reducir la entrada de calcio y bloquear la liberación del neurotransmisor.
5.2 Propiedades farmacocinéticas
La fenitoína se absorbe en el intestino delgado tras la administración oral. Existen varios factores que pueden afectar la biodisponibilidad de la fenitoína, sin embargo, se ha estimado con técnicas no lineales que la absorción es esencialmente total. Tras la absorción se distribuye por los fluidos corporales incluyendo el líquido cefalorraquídeo. Su volumen de distribución se ha estimado que está entre 0,52 y 1,19 litros/kg, y está ligado fuertemente a las proteínas (normalmente 90% en adultos).
La semivida de la fenitoína en el hombre tiene una media de 22 horas, con un rango de 7 a 42 horas. El estado de equilibrio de los niveles terapéuticos del medicamento se logra al menos a los 7 a 10 días tras el inicio de la terapia.
La fenitoína se hidroxila en el hígado mediante un sistema enzimático que es saturable. Pequeñas dosis crecientes pueden producir aumentos muy sustanciales en los niveles séricos cuando estos están en el rango superior de las concentraciones terapéuticas.
Los parámetros que controlan la eliminación están también sujetos a una amplia variación entre pacientes. El nivel sérico alcanzado por una dosis dada está por lo tanto también sujeta a una amplia variación.
5.3 Datos preclínicos sobre seguridad
Los datos de seguridad no-clínicos no añaden nada que sea significativo para el que prescribe.
6 DATOS FARMACÉUTICOS
6.1 Lista of excipientes
Lactosa monohidrato
Estearato de magnesio
Componentes de la cubierta de la cápsula
Gelatina
Agua
Eritrosina (E127)
Amarillo de quinoleína (E104)
Dióxido de titanio (E171)
Lauril sulfato de sodio Composición de la tinta de impresión Shellac
Propilén glicol
Oxido de hierro negro (E172)
Hidróxido de potasio
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6.2 Incompatibilidades
No procede
6.3 Periodo de validez
3 años
6.4 Precauciones especiales de conservación
No conservar a temperatura superior a 25oC. Conservar en el embalaje original. Mantener el envase perfectamente cerrado para protegerlo de la luz y la humedad.
6.5 Naturaleza y contenido del envase
Envase para comprimidos, de HDPE blanco opaco con una tapa blanca de polipropileno de 38 mm a prueba de niños.
Tamaño de envase: 84 y 100 cápsulas.
Puede que solamente estén comercializados algunos tamaños de envases.
6.6 Precauciones especiales de eliminación
Ninguna especial.
7 TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN
NRIM Limited Unit 15 Moorcroft,
Harlington Road,
Hillingdon,
UB8 3HD, United Kingdom
8 NÚMERO DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN
9 FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN
Fecha de la primera autorización: (dd/mm/yy)