Torasemida Ur 5 Mg Comprimidos Efg
MINISTERIO
DE SANIDAD, POLÍTICA SOCIAL E IGUALDAD
íit |
k agencia española de 1 medicamentos y | productos sanitarios |
1. NOMBRE DEL MEDICAMENTO
TORASEMIDA UR 5 mg comprimidos EFG TORASEMIDA UR 10 mg comprimidos EFG
2. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA
Cada comprimido de TORASEMIDA UR 5 mg contiene:
Torasemida (D.O.E) 5 mg
Cada comprimido de TORASEMIDA UR 10 mg contiene:
Torasemida (D.O.E) 10 mg
3. FORMA FARMACÉUTICA
Comprimidos.
TORASEMIDA UR 5 mg comprimidos son comprimidos biconvexos, redondos, blancos o casi blancos, ranurados por un lado y marcados con 915 por el otro.
TORASEMIDA UR 10 mg comprimidos son comprimidos biconvexos, redondos, blancos o casi blancos, ranurados por un lado y marcados con 916 por el otro.
4. DATOS CLÍNICOS
4.1 Indicaciones terapéuticas
Tratamiento del edema asociado con la insuficiencia cardiaca congestiva, enfermedad renal o hepática.
Tratamiento de la hipertensión, sola o en combinación con otros antihipertensivos.
4.2. Posología y forma de administración
Los comprimidos son para administración por vía oral. Se pueden administrar en cualquier momento respecto de las comidas, a conveniencia. Se ingieren sin masticar, con un poco de líquido en el desayuno.
Dada la gran biodisponibilidad de torasemida las dosis oral e intravenosa son terapéuticamente equivalentes, de modo que los pacientes pueden pasar de una forma de administración a otra sin cambio de dosis.
Insuficiencia cardiaca congestiva: la dosis inicial acostumbrada es 10 ó 20 mg diarios de torasemida en dosis única. Si la respuesta diurética es inadecuada, la dosis debe ser aumentada aproximadamente al doble hasta lograrla.
Insuficiencia renal crónica: la dosis inicial acostumbrada es 20 mg diarios de torasemida en dosis única. Si la respuesta diurética es inadecuada, la dosis debe ser aumentada aproximadamente al doble hasta lograrla.
Correo electrónicoI
C/ CAMPEZO, 1 - EDIFICIO 8 28022 MADRID
Se atenderán exclusivamente incidencias informáticas sobre la aplicación CIMA (http://www.aemps.gob.es/cima)
Cirrosis hepática: la dosis inicial acostumbrada es 5 ó 10 mg diarios de torasemida en dosis única administrada conjuntamente con un antagonista de la aldosterona o diurético ahorrador de potasio. Si la respuesta diurética es inadecuada, la dosis debe ser aumentada aproximadamente al doble hasta lograrla. Dosis únicas superiores a 40 mg no han sido adecuadamente estudiadas.
Hipertensión: la dosis inicial acostumbrada es de 2,5 a 5 mg diarios de una vez. Si no se logra una reducción adecuada de la tensión arterial en un plazo de cuatro a seis semanas hay que aumentar la dosis a 10 mg diarios en toma única, y si con esta dosis no se obtiene una respuesta suficiente hay que añadir al régimen terapéutico un antihipertensivo adicional.
Ancianos: el ajuste posológico especial en personas de edad no es necesario (ver sección 5.2).
Niños: la seguridad y eficacia en niños no han sido establecidas.
4.3. Contraindicaciones
Hipersensibilidad conocida a torasemida, a las sulfonilureas o a cualquiera de los excipientes. Pacientes anúricos.
4.4 Advertencias y precauciones especiales de empleo
Enfermedad hepática con cirrosis y ascitis: torasemida debe ser usado con cautela en pacientes con enfermedad hepática con cirrosis y ascitis dado que las alteraciones súbitas del equilibrio de líquidos y electrólitos pueden precipitar el coma hepático. En estos pacientes es mejor instaurar la diuresis con torasemida (o con cualquier otro diurético) en el hospital. Para evitar la hipopotasemia y la alcalosis metabólica debe usarse un antagonista de la aldosterona o compuesto ahorrador de potasio conjuntamente con torasemida.
Ototoxicidad: se ha observado tinnitus y pérdida de audición (en general con carácter reversible) tras administración intravenosa rápida de otros diuréticos del asa de Henle; también con torasemida oral, aunque no es seguro que estos episodios sean atribuibles al compuesto. También ha sido observada ototoxicidad en estudios animales con la inducción de muy altos niveles plasmáticos de torasemida.
Volemia y depleción de electrólitos: los pacientes tratados con diuréticos deben ser observados en cuanto a signos clínicos de desequilibrio electrolítico, hipovolemia o azoemia prerrenal, trastornos entre cuyos síntomas cuentan: sequedad de boca, sed, debilidad, aletargamiento, somnolencia, agitación, dolores musculares o calambres, miastenia, hipotensión, oliguria, taquicardia, náuseas y vómitos. La diuresis excesiva puede causar deshidratación, reducción del volumen sanguíneo y posiblemente trombosis y embolia, especialmente en pacientes de edad avanzada. En aquéllos que desarrollan desequilibrios de líquidos y electrólitos, hipovolemia o azoemia prerrenal, los cambios de laboratorio observados pueden incluir hiper- o hiponatremia, hiper- o hipocloremia, hiper- o hipopotasemia, anormalidades ácido-base y aumento del nivel de nitrógeno de la urea en sangre. De sobrevenir alguno de estos estados debe cesar la administración de torasemida hasta que la situación sea corregida, después de lo cual cabe reinstaurar torasemida a dosis más baja.
En estudios controlados en Estados Unidos y Europa, torasemida fue administrado a pacientes hipertensos a dosis de 5 ó 10 mg diarios. En seguimiento durante un año no fue observado cambio alguno en los niveles medios de potasio sérico. En insuficientes cardiacos congestivos, pacientes con cirrosis hepática o enfermedad renal tratados con torasemida a dosis superiores a las usadas en los ensayos antihipertensivos realizados fue observada con más frecuencia hipopotasemia dosis-dependiente.
En los pacientes con enfermedad cardiovascular, en especial en los tratados con glucósidos digitálicos, la hipopotasemia inducida por diuréticos puede constituir un factor de riesgo en el desarrollo de arritmias. El riesgo de hipopotasemia es máximo en pacientes con cirrosis hepática, en aquéllos que experimentan una intensa diuresis, en los que reciben un aporte inadecuado de electrólitos por vía oral y en los tratados concomitantemente con corticosteroides o ACTH.
Se recomienda el seguimiento periódico del potasio sérico y otros electrólitos en los pacientes tratados con torasemida.
La administración de otro diurético del asa de Henle a niños muy prematuros con edema debido a conducto arterioso patente y enfermedad de la membrana hialina se ha asociado ocasionalmente con calcificaciones renales, a veces visibles apenas radiográficamente y otras en forma de cornamenta que invade las pelvis renales. Algunos de estos cálculos se han disuelto y se ha señalado la disminución de la hiperpotasemia cuando ha sido coadministrada clorotiazida con un diurético del asa de Henle. En otros neonatos prematuros con enfermedad de la membrana hialina se ha señalado que otro diurético del asa de Henle aumenta el riesgo de persistencia del conducto arterioso patente, posiblemente por vía de un proceso mediado por prostaglandina E. El uso de torasemida en estos pacientes no ha sido estudiado.
Precauciones:
Valores de laboratorio
Potasio: ver declaración en Advertencias.
Calcio: dosis únicas de torasemida aumentaron la excreción urinaria de calcio en sujetos normales, pero los niveles séricos de calcio aparecieron ligeramente incrementados en los ensayos de hipertensión de cuatro a seis semanas. En un estudio a largo plazo con pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva, el cambio medio a 1 año en el calcio sérico fue una disminución de 0.10 mg/dl (0.02 mmol/l). Entre 426 pacientes tratados con torasemida durante un promedio de 11 meses no fue señalada como episodio adverso la hipocalcemia.
Magnesio: dosis únicas de torasemida en sujetos sanos determinaron un incremento en la excreción urinaria de magnesio, pero los niveles séricos de éste aparecieron ligeramente incrementados en ensayos de hipertensión de cuatro a seis semanas. En estudios de hipertensión crónicos, el cambio medio a 1 año en el magnesio sérico fue un incremento de 0.03 mg/dl (0.01 mmol/l). Entre 426 pacientes tratados con torasemida durante un promedio de 11 meses fue registrado un caso de hipomagnesemia (1.3 mg/dl [0.53 mmol/l]) como episodio adverso.
En un estudio clínico a largo plazo con torasemida en pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva, el cambio anual estimado en el magnesio sérico fue un incremento de 0.2 mg/dl (0.08 mmol/l), pero estos datos son desvirtuados por el hecho de que muchos de estos pacientes recibieron suplementos de magnesio. En un estudio de cuatro semanas sin suplemento alguno de
magnesio, niveles séricos de magnesio por debajo de 1.7 mg/dl (0.70 mmol/l) revelaron una frecuencia del 6% y 9% en los grupos tratados con 5 mg y 10 mg de torasemida, respectivamente.
Nitrógeno de la urea en sangre (BUN), creatinina y ácido úrico: torasemida produce pequeños incrementos en estos parámetros de modo dosis-dependiente. En pacientes hipertensos tratados con 10 mg de torasemida a diario durante seis semanas, el incremento medio del nitrógeno de la urea en la sangre fue 1.8 mg/dl (0.6 mmol/l), de creatinina sérica 0.05 mg/dl (4 mmol/l) y de ácido úrico sérico 1.2 mg/dl (70 mmol/l). Escaso fue el cambio experimentado en estos parámetros con el tratamiento crónico, siendo reversibles al cesar el tratamiento.
Se ha señalado la ocurrencia de gota sintomática en pacientes tratados con torasemida, pero su incidencia ha sido similar a la observada en pacientes que recibieron placebo.
Glucosa: los pacientes hipertensos tratados con 10 mg diarios de torasemida experimentaron un incremento medio en la concentración sérica de glucosa de 5.5 mg/dl (0.3 mmol/l) al cabo de seis semanas de tratamiento, con un aumento ulterior de 1.8 mg/dl (0.1 mmol/l) durante el año siguiente. Estudios crónicos con diabéticos han revelado que los valores medios de glucosa en ayunas no cambiaban significativamente frente a los basales. Han sido señalados casos de hiperglucemia, pero son raros.
Lípidos séricos: en los estudios controlados de hipertensión realizados a corto plazo, dosis diarias de 5, 10 y 20 mg de torasemida se asociaron con incrementos en el colesterol plasmático total de 4, 4 y 8 mg/dl (0.10 a 0.20 nmol/l), respectivamente. Estos cambios remitieron a lo largo del tratamiento crónico.
En los mismos estudios a corto plazo de hipertensión, dosis diarias de 5, 10 y 20 mg de torasemida se asociaron con incrementos medios en los triglicéridos plasmáticos de 16, 13 y 71 mg/dl (0.15 a 0.80 mmol/l), respectivamente.
En estudios a largo plazo con torasemida en administración diaria a razón de 5 a 20 mg no fue observada diferencia alguna significativa frente a los valores lipídicos basales al cabo de un año de tratamiento.
Otros: en estudios crónicos con pacientes hipertensos, torasemida se ha asociado con pequeños incrementos medios en la hemoglobina, hematócrito y cifra de eritrocitos, así como en la de leucocitos y plaquetas, al igual que en la fosfatasa alcalina sérica. Aunque estadísticamente significativos, estos cambios carecieron de consecuencias médicas. No han sido observadas tendencias importantes en ninguno de los análisis de los enzimas hepáticos fuera de la fosfatasa alcalina.
Advertencia sobre excipientes: los pacientes con intolerancia hereditaria a galactosa, de insuficiencia de lactasa de Lapp (insuficiencia dada en ciertas poblaciones de Laponia) o problemas de absorción de glucosa o galactosa no deben tomar este medicamento.
4.5 Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción
En pacientes con hipertensión esencial, torasemida ha sido administrada conjuntamente con B-bloqueantes, inhibidores de la ECA y antagonistas del calcio. En pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva, torasemida ha sido administrada conjuntamente con glucósidos digitálicos,
inhibidores de la ECA y nitratos orgánicos. Ninguno de estos usos combinados ha sido asociado con episodios adversos nuevos o inesperados.
Torasemida no afecta a la unión proteica de la glibenclamida ni de la warfarina ni al efecto anticoagulante de la fenprocumona (derivado cumarínico próximo), como tampoco a la farmacocinética de la digoxina o del carvedilol (vasodilatador/B-bloqueador). En sujetos sanos, la coadministración de torasemida se asoció con una importante reducción en el aclaramiento renal de la espironolactona, con incrementos correspondientes en el área bajo la curva (AUC). Sin embargo, la experiencia clínica indica que no se requiere ajuste alguno posológico de ninguno de estos agentes.
Dado que torasemida y los salicilatos compiten por la secreción por los túbulos renales, los pacientes tratados con altas dosis de salicilatos pueden manifestar su toxicidad cuando torasemida es administrada concomitantemente. Por otra parte, y aun cuando las posibles interacciones de torasemida con agentes antiinflamatorios no esteroides (inclusive aspirina) no han sido estudiadas, la coadministración de estos agentes con otro diurético del asa de Henle (furosemida) ha sido ocasionalmente asociada con insuficiencia renal.
El efecto natriurético de torasemida (como el de muchos otros diuréticos) es parcialmente inhibido por la administración concomitante de indometacina. Este efecto ha sido demostrado respecto detorasemida en condiciones de restricción dietaria de sodio (50 mEq/día), pero no en presencia de una ingesta normal de sodio (150 mEq/día).
El perfil farmacocinético y actividad diurética de torasemida no son alterados por cimetidina ni espironolactona.
Se señala que la coadministración de digoxina aumenta el área bajo la curva de torasemida en un 50%, pero no hace necesario ajuste alguno de la dosis.
El uso concomitante de torasemida y colestiramina no ha sido estudiado en humanos pero, en un estudio en animales, la coadministración de colestiramina redujo la absorción de torasemida oralmente administrada. Si torasemida y colestiramina son usados concomitantemente no es recomendable su administración simultánea.
La coadministración de probenecid reduce la secreción de torasemida en el túbulo proximal y, por tanto, disminuye la actividad diurética de torasemida.
Se sabe que otros diuréticos reducen el aclaramiento renal de litio, induciendo un alto riesgo de toxicidad, de modo que la coadministración de litio y diuréticos, de prescribirse, debe efectuarse con gran precaución. La coadministración de litio y torasemida no ha sido estudiada.
Se ha señalado que otros diuréticos aumentan el potencial ototóxico de los antibióticos aminoglucosídicos y del ácido etacrínico, en especial en presencia de función renal deficiente. Estas potenciales interacciones con torasemida no han sido estudiadas.
4.6 Embarazo y lactancia
Embarazo
No se ha observado fetotoxicidad ni teratogenicidad en ratas tratadas con dosis de hasta 5 mg/kg/día de torasemida (ponderalmente equivalente a 15 veces la dosis humana de 20 mg/día);
considerando mg/m2, la dosis animal es 10 veces superior a la humana) como tampoco en conejas tratadas con 1.6 mg/kg/día (por mg/kg, 5 veces la dosis humana de 20 mg/kg; por mg/m2, 1.7 veces superior). Hubo toxicidad fetal y maternal (disminución del peso corporal medio, aumento en la resorción fetal y retraso en la osificación fetal) en conejas y ratas tratadas con dosis 4 veces (conejas) y 5 veces (ratas) más grandes. Dado que los estudios de la reproducción en animales no siempre son predictivos de la respuesta humana, el compuesto debe ser usado durante la gestación sólo en caso de clara necesidad.
Se desconoce el efecto de torasemida sobre el parto y el nacimiento.
Lactancia
Se desconoce si torasemida se excreta en la leche humana. Dado que así ocurre con muchos compuestos, la administración de torasemida a la mujer en lactación debe proceder con precaución.
4.7 Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar maquinaria
Incluso cuando se utiliza a las dosis recomendadas, torasemida puede alterar la capacidad de reacción e interferir la capacidad de conducir vehículos o manejar máquinas, hecho a tener en cuenta fundamentalmente al ingerir de forma simultánea alcohol.
4.8 Reacciones adversas
Torasemida ha sido evaluado en cuanto a seguridad en aproximadamente 4000 sujetos: más de 800 de los cuales recibieron torasemida durante al menos 6 meses, y más de 380 fueron tratados durante más de 1 año.
Los efectos secundarios de torasemida señalados fueron en general pasajeros y no hubo relación alguna entre ellos y la edad, sexo, raza o duración del tratamiento. En estudios realizados en Estados Unidos y en Europa las frecuencias de interrupción del tratamiento por efectos secundarios fueron 3.0% (38/1250) con torasemida y 3.4% (13/380) con furosemida en pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva, 2.0% (8/409) con torasemida y 4.8% (11/230) con furosemida en pacientes con insuficiencia renal, y 7.6% (13/170) con torasemida y 0% (0/33) con furosemida en pacientes con cirrosis.
Las razones principales del cese de la terapia con torasemida fueron (en orden de frecuencia descendente) mareo, cefalalgia, náuseas, debilidad, vómitos, hiperglucemia, micción excesiva, hiperuricemia, hipopotasemia, sed excesiva, hipovolemia, impotencia y dispepsia. Los abandonos por causa de estos episodios adversos variaron del 0.1% al 0.5%.
Episodios adversos graves señalados en los estudios clínicos y con los que no cabría excluir una relación yatrogénica fueron fibrilación auricular, dolor en el pecho, diarrea, intoxicación digitálica, hiperglucemia, hiperuricemia, hipopotasemia, hipotensión, hipovolemia, trombosis de derivación, sarpullido, síncope y taquicardia ventricular.
Fue señalado un angioedema en un paciente expuesto a torasemida que ulteriormente se reveló alérgico a las sulfamidas.
De las reacciones adversas citadas durante los ensayos con control placebo sin tener en cuenta su relación yatrogénica, la artritis y varios problemas musculoesqueléticos inespecíficos fueron señalados con más frecuencia en asociación con torasemida que con placebo, aunque la gota lo
fue algo más frecuentemente con este último. Estas reacciones no aumentaron de frecuencia ni gravedad con la dosis de torasemida. Un paciente del grupo tratado con torasemida abandonó por mialgia y uno del grupo placebo por gota.
Hipopotasemia: ver sección 4.4.
4.9 Sobredosis
No hay experiencia humana con sobredosis de torasemida, pero cabe prever que los signos y síntomas de sobredosis corresponderán a un excesivo efecto farmacológico: deshidratación, hipovolemia, hipotensión, hiponatremia, hipopotasemia, alcalosis hipoclorémica y hemoconcentración. El tratamiento de la sobredosis consistirá en la reposición de líquido y electrólitos.
No hay datos que sugieran artificios fisiológicos (p.e. para cambiar el pH de la orina) que puedan acelerar la eliminación de torasemida y sus metabolitos. Torasemida no es dializable, de modo que la hemodiálisis no acelera su eliminación.
5. PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS
Grupo farmacoterapéutico: Diuréticos de techo alto: sulfonamidas, monodrogas.
Código ATC: C03 CA 04.
5.1 Propiedades farmacodinámicas
Mecanismo de acción: estudios de micropunción en animales han revelado que torasemida actúa desde el interior de la luz de la porción gruesa ascendente del asa de Henle donde inhibe al sistema portador de Na+/K+/2Cl-. Los estudios de farmacología clínica han confirmado este lugar de acción en los humanos, no habiendo sido demostrados efectos en otros segmentos de la nefrona. Por consiguiente, la actividad diurética guarda una mejor correlación con la velocidad de excreción del compuesto en la orina que con la concentración en sangre.
Torasemida aumenta la excreción urinaria de sodio, cloro y agua, pero no altera de modo importante la velocidad de filtración glomerular, caudal plasmático renal o equilibrio ácido-base.
Efectos clínicos: los efectos diuréticos de torasemida empiezan en un plazo de 10 minutos después de la administración intravenosa y alcanzan su máximo en la primera hora. Con la administración oral, la diuresis empieza en el plazo de una hora y alcanza su máximo en las horas primera o segunda. Independientemente de la vía de administración, la diuresis se mantiene unas 6 a 8 horas. En sujetos sanos tratados con dosis única, la relación dosis-respuesta respecto de la excreción de sodio es lineal en la posología 2.5 a 20 mg. El aumento de excreción de potasio es despreciable después de una dosis única de hasta 10 mg y sólo leve (5 a 15 mEq) consiguientemente a una de 20 mg.
Torasemida ha sido estudiado en ensayos controlados en pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva de las clases II a IV de la New York Heart Association. Los pacientes tratados con 10 a 20 mg de torasemida a diario en estos estudios lograron reducciones significativamente mayores en su peso y edema que los que habían recibido placebo.
En estudios con pacientes con insuficiencia renal no anúrica tratados con dosis única, las posologías de torasemida altas (20 a 200 mg) determinaron un marcado aumento en la excreción de agua y sodio, y en aquéllos cuya gravedad les hacía tributarios de hemodiálisis no se ha apreciado que el tratamiento crónico con torasemida a razón de hasta 200 mg causara retención alguna de líquido en el estado de equilibrio.
Con la administración de antagonistas de la aldosterona, torasemida también causó aumentos en la excreción de sodio y líquido en pacientes con edema o ascitis debidos a cirrosis hepática. La velocidad de excreción urinaria de sodio relativa a la correspondiente de torasemida es menor en los pacientes cirróticos que en sujetos sanos (posiblemente debido al hiperaldosteronismo y retención sódica resultante característicos de la hipertensión portal y la ascitis). Sin embargo, a causa del mayor aclaramiento renal de torasemida en pacientes con cirrosis hepática, estos factores tienden a compensarse y el resultado es una respuesta natriurética global similar a la observada en sujetos sanos.
En estudios controlados se ha visto que en los pacientes con hipertensión esencial, torasemida reduce la tensión arterial cuando es administrado una vez al día a dosis de 5 a 10 mg. El efecto antihipertensivo es casi máximo al cabo de cuatro a seis semanas de tratamiento, pero puede seguir incrementándose hasta 12. Disminuyen las tensiones sistólica y diastólica en posición supina y de pie. No hay efecto ortostático importante y sólo una mínima diferencia en la altura del máximo de reducción de tensión.
Cuando torasemida es administrado por primera vez, la excreción urinaria diaria de sodio aumenta durante al menos una semana. Sin embargo, con la administración crónica la pérdida diaria de sodio se equilibra con la ingesta dietaria. Si la administración de torasemida se detiene de golpe, la tensión arterial vuelve a los niveles pretratamiento, sin sobrepasarlos, en el curso de unos días.
Torasemida) ha sido administrado junto con bloqueadores B-adrenérgicos, inhibidores del enzima conversor de angiotensina (ECA) y antagonistas del calcio. No han sido observadas interacciones adversas ni ha sido necesario ajuste alguno especial de la posología.
Del total de pacientes tratados con torasemida en los estudios clínicos realizados en Estados Unidos y Europa, no han sido observadas diferencias por edad en eficacia o seguridad entre pacientes jóvenes y mayores.
5.2 Propiedades farmacocinéticas
Farmacocinética y metabolismo: la biodisponibilidad de los comprimidos de torasemida es de aproximadamente el 80%, con poca variación interindividual; el intervalo de confianza al 90% es 75% a 89%. El compuesto es absorbido con escaso metabolismo de primer paso, y la concentración sérica alcanza su máximo (Cmáx) en el plazo de una hora tras administración oral. La Cmáx y el área bajo la curva de concentración sérica-tiempo (AUC) después de la administración oral son proporcionales a la dosis en el margen de 2.5 a 200 mg. La ingestión simultánea de alimentos retrasa el tiempo de Cmáx en aproximadamente 30 minutos, pero la biodisponibilidad global (AUC) y la actividad diurética permanecen inalteradas. La absorción es esencialmente inafectada por la insuficiencia renal o hepática.
El volumen de distribución de torasemida es de 12 a 15 litros en adultos normales o en pacientes con insuficiencia renal leve a moderada o insuficiencia cardiaca congestiva. En los pacientes con cirrosis hepática, el volumen de distribución es aproximadamente el doble.
La semivida de eliminación de torasemida en sujetos normales es de aproximadamente 3,5 horas. Torasemida es aclarado de la circulación tanto por metabolismo hepático (aproximadamente el 80% del aclaramiento total) como por excreción en la orina (aproximadamente el 20% del aclaramiento total en pacientes con función renal normal). En el humano el principal metabolito es el derivado ácido carboxílico, que es biológicamente inactivo. Dos de los metabolitos menores poseen cierta actividad diurética pero, a efectos prácticos, el metabolismo pone fin a la acción del compuesto.
Dado que torasemida se combina en gran medida con las proteínas plasmáticas (>99%) es muy pequeña la cantidad que llega a la orina tubular vía filtración glomerular. La mayor parte del aclaramiento renal de torasemida tiene lugar por secreción activa del compuesto por los túbulos proximales a la orina tubular.
El aclaramiento hepático y renal aparecen reducidos en los pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva descompensada, probablemente por congestión hepática y disminución del caudal plasmático renal, respectivamente. El aclaramiento total de torasemida es de aproximadamente el 50% del que se registra en voluntarios sanos, y la semivida plasmática y AUC aparecen consonantemente aumentadas. Dado el menor aclaramiento renal, es liberada al lugar de acción intraluminal una fracción más pequeña de la dosis administrada de modo que, para una dosis dada, la natriuresis en los pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva es menor que en sujetos normales.
En los pacientes con insuficiencia renal, el aclaramiento de torasemida aparece marcadamente disminuido, pero el aclaramiento plasmático total no resulta significativamente alterado. Es liberada al lugar intraluminal de acción una fracción menor de la dosis administrada y la acción natriurética del diurético queda reducida. Puede lograrse aún una respuesta diurética en la insuficiencia renal con dosis superiores. El aclaramiento plasmático total y la semivida de eliminación de torasemida siguen siendo normales en caso de disminución de la función renal porque la eliminación metabólica por el hígado permanece intacta.
En los pacientes con cirrosis hepática, el volumen de distribución, semivida plasmática y aclaramiento renal aparecen aumentados, pero el aclaramiento total sigue inalterado.
El perfil farmacocinético de torasemida en sujetos de edad avanzada sanos es similar al de los jóvenes salvo por la disminución del aclaramiento renal relacionada con el declive de la función renal con el paso de los años. No obstante, el aclaramiento plasmático total y la semivida de eliminación siguen inalterados.
5.3 Datos preclínicos sobre seguridad
No se ha observado aumento global en la incidencia de tumores tras la administración a lo largo de toda la vida de torasemida a ratas y ratones a dosis de hasta 9 mg/kg/día (ratas) y 32 mg/kg/día (ratones). Considerando el peso corporal, estas dosis representan 27 a 96 veces la dosis humana de 20 mg; atendiendo a la superficie corporal la superan en 5 a 8 veces.
En el estudio con ratas, el grupo con posología alta reveló lesión del túbulo renal, inflamación intersticial y un aumento estadísticamente significativo en el número de adenomas y carcinomas renales. Sin embargo, la incidencia de tumores en este grupo no fue muy superior a la observada a veces en controles históricos. Signos similares de lesión renal crónica no neoplásica han sido señalados en estudios animales con dosis altas de otros diuréticos, como furosemida e hidroclorotiazida.
No ha sido detectada ninguna actividad mutagénica en ninguno de los varios ensayos in vivo e in vitro con torasemida y su principal metabolito humano. Los estudios realizados comprendían el ensayo Ames en bacterias (con y sin activación metabólica), ensayos de aberraciones cromosómicas e intercambios de cromátides hermanas en linfocitos humanos y de diferentes anomalías nucleares en células de la médula ósea de hámster y murina, en ensayos de síntesis ADN no programada en ratones y ratas, y otros más.
A dosis de hasta 25 mg/kg/día (75 veces la dosis humana de 20 mg por peso corporal; 13 veces esta dosis por superficie corporal), torasemida careció de efecto adverso sobre la actividad reproductora de las ratas machos o hembras.
6. DATOS FARMACÉUTICOS
6.1 Relación de excipientes
Lactosa monohidrato, almidón de maíz sin gluten, glicolato sódico de almidón (tipo A), sílice coloidal anhidra y estearato de magnesio.
6.2 Incompatibilidades
No se han descrito.
6.3 Periodo de validez
3 años.
6.4 Precauciones especiales de conservación
No conservar a temperatura superior a 30 °C.
6.5 Naturaleza y contenido del recipiente
Envases blister de PVC-PVDC/Aluminio conteniendo 30 comprimidos.
6.6 Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones
Ninguna instrucción especial
La eliminación de los productos no utilizados o de los envases se establecerá de acuerdo con las exigencias locales
7. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN
USO RACIONAL, S.L.
C/ Ferraz, 10 28008 Madrid ESPAÑA
8. NÚMERO DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN
TORASEMIDA UR 5 mg comprimidos EFG, n° registro: TORASEMIDA UR 10 mg comprimidos EFG, n° registro:
DE LA
9. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/REVALIDACIÓN AUTORIZACIÓN
Febrero 2007
10. FECHA DE REVISIÓN DEL TEXTO
Febrero de 2007
Agencia española de
medicamentos y
productos sanitarios