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Metasedin Inyectable

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FICHA TÉCNICA

1.    NOMBRE DEL MEDICAMENTO

METASEDIN Inyectable

2.    COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA

METASEDIN Inyectable. Cada inyectable contiene: Metadona (DCI) clorhidrato ... 10 mg

3.    FORMA FARMACÉUTICA Solución de administración subcutánea.

4.    DATOS CLÍNICOS

4.1    Indicaciones terapéuticas

Dolor intenso de cualquier etiología. Dolores post-operatorios, postraumáticos, neoplásicos, neuríticos, por quemaduras, siempre que no respondan a los analgésicos menores. Tratamiento del síndrome de abstinencia a los narcóticos.

4.2    Posología y forma de administración

ADULTOS:

De 1/2 a 1 inyectable por dosis, vía subcutánea, según intensidad del dolor. Esta dosis puede repetirse según criterio facultativo.

USO EN NIÑOS :

METASEDIN (metadona) no es apropiado para ser utilizado en niños.

USO EN ANCIANOS:

Los ancianos y pacientes deteriorados pueden requerir dosis menores que las habituales.

4.3    Contraindicaciones

Insuficiencia respiratoria. Enfisema. Asma bronquial. Cor pulmonale. Hipertrofia prostética.

4.4    Advertencias y precauciones especiales de empleo

Tolerancia y dependencia. Durante la fase de inducción del tratamiento de mantenimiento con METASEDIN (Metadona), los pacientes deben abandonar el consumo de heroína y pueden presentar síntomas típicos de abstinencia (lagrimeo, rinorrea, estornudos, bostezos, etc.), que deben diferenciarse de los efectos secundarios de metadona. Con el uso continuado de metadona pueden desarrollarse dependencia física y psicológica del tipo de la dependencia a la morfina, así como tolerancia. La interrupción brusca del tratamiento, en pacientes con dependencia física, puede precipitar un síndrome de abstinencia. La administración de dosis habituales de un antagonista opiáceo a un paciente con dependencia física de metadona u otros opioides precipita un síndrome de abstinencia agudo. La severidad de los síntomas dependerá del grado de dependencia del sujeto y de la dosis de antagonista administrada. Por consiguiente, en este tipo de pacientes, debe evitarse en lo posible la administración de antagonistas opioides. Si fuera necesaria su utilización en pacientes dependientes para tratar una depresión respiratoria grave, el antagonista debe administrarse con sumo cuidado, mediante escalonamiento con dosis más bajas que las habituales.

Ansiedad. Metadona, utilizada por pacientes dependientes en dosis de mantenimiento estables, no es un ansiolítico y no es eficaz en el tratamiento de la ansiedad generalizada. Los pacientes en tratamiento continuado con metadona reaccionarán al stress con los mismos síntomas de ansiedad con que lo hacen otros individuos. No deben confundirse estos síntomas con síntomas de abstinencia a metadona, ni debe intentar tratarse la ansiedad aumentando la dosis de metadona.

Hipotensión. Se utilizará con precaución en pacientes hipotensos.

Pacientes de riesgo. En pacientes ancianos o debilitados y en pacientes con insuficiencia hepática o renal, hipotiroidismo o enfermedad de Addison, METASEDIN (Metadona) se administrará con especial precaución, debiendo reducirse la dosis.

Dolor abdominal. La administración de METASEDIN (Metadona) u otros opioides puede enmascarar el diagnóstico y el curso clínico de los pacientes con abdomen agudo.

Determinaciones analíticas. Metadona puede alterar los valores plasmáticos de prolactina, tiroxina, globulina fijadora de tiroxina (TBG) y triyodotironina.

Uso en deportistas: Se informa a los deportistas que este medicamento contiene un componente que puede establecer un resultado analítico de control del dopaje como positivo.

Durante el tratamiento con metadona se han notificado casos de prolongación del intervalo QT y de Torsade de Pointes, especialmente con dosis altas (>200 mg/día). Debido a ello, deberá administrarse con precaución

a pacientes con riesgo de prolongación del intervalo QT:

•    Antecedentes de prolongación del intervalo QT

•    Enfermedad cardiaca avanzada

•    Tratamiento concomitante con medicamentos que pueden prolongar el QT y con medicamentos que aumentan los niveles plasmáticos de metadona (ver sección 4.5).

4.5 Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción

Analgésicos opiáceos. La administración de agonistas opiáceos puede producir una potenciación de la depresión respiratoria y del sistema nervioso central e hipotensión, particularmente en pacientes ancianos. Sin embargo, la administración de buprenorfina o pentazocina puede precipitar síntomas de abstinencia en un paciente adicto a metadona.

Antagonistas opiáceos. Naloxona antagoniza la depresión respiratoria y del sistema nervioso central y el efecto analgésico de metadona. La administración de naltrexona a un paciente adicto a metadona, precipita rápidamente la aparición de síntomas de abstinencia prolongados.

Inhibidores de la Monoaminooxidasa (IMAOs). Los IMAOs pueden potenciar y prolongar los efectos depresores de metadona. También pueden producir estimulación del sistema nervioso central. Por consiguiente, debe evitarse la administración de metadona en asociación con un IMAO y deben transcurrir dos semanas entre la interrupción del tratamiento con un IMAO y el inicio del tratamiento con METASEDIN (Metadona).

Alcohol y fármacos depresores del Sistema Nervioso Central. El alcohol potencia el efecto sedante de metadona, pudiendo producir hipotensión y depresión respiratoria graves. En pacientes que estén recibiendo otros analgésicos opioides, anestésicos generales, fenotiacinas, antidepresivos tricíclicos, hipnóticos y otros fármacos sedantes del sistema nervioso central, metadona se utilizará con precaución, reduciendo la dosis si fuera necesario, ya que existe riesgo de depresión respiratoria, hipotensión y sedación profunda o coma.

Rifampicina y fenitoína. La administración concomitante de rifampicina o fenitoína u otros inductores de los enzimas hepáticos puede dar lugar a una reducción de los niveles plasmáticos de metadona, pudiendo desencadenar un síndrome de abstinencia.

Cimetidina. La administración conjunta de cimetidina potencia los efectos de metadona, por desplazamiento de ésta de sus lugares de fijación a las proteínas plasmáticas.

Fluoxetina. La fluoxetina y otros fármacos serotoninérgicos pueden aumentar los niveles plasmáticos de metadona.

Fármacos que modifican el pH urinario. Los fármacos que acidifican o alcalinizan la orina pueden alterar la eliminación de metadona, puesto que el aclaramiento de metadona se incrementa a pH ácido y se reduce a pH alcalino.

El aclaramiento de metadona disminuye con medicamentos que inhiben la actividad de la isoenzima 3A4 del citocromo P450, tales como algunos inhibidores de proteasas (principalmente ritonavir, indinavir y amprenavir); antibióticos macrólidos como eritromicina, claritromicina o troleandromicina; azoles antifúngicos como ketoconazol, itraconazol, miconazol y fluconazol (ver sección 4.4).

El riesgo de metadona de prolongar el QT puede verse aumentado cuando se administra con medicamentos que producen alteraciones electrolíticas y con aquellos que afectan la conducción cardiaca como antiarrítmicos de la clase IA (quinidina, disopiramida y procainamida) y de clase III (amiodarona, sotalol); antidepresivos (amitriptilina, maprotilina), antipsicóticos, terfenadina, bepridil, halofantrina, cisaprida, moxifloxacino y esparfloxacino.

4.6 Fertilidad, embarazo y lactancia

Metadona atraviesa la barrera placentaria. Aunque los estudios en animales no han revelado evidencia de teratogenia, no existen datos suficientes acerca de la seguridad de la administración de metadona a mujeres gestantes. Por consiguiente, ya que los estudios de reproducción animal no siempre permiten pronosticar la respuesta humana, antes de administrar metadona durante el embarazo, deben valorarse el beneficio y el riesgo para la madre y el feto.

Metadona se excreta en la leche materna, por lo que sólo se administrará a madres lactantes cuando los beneficios para el lactante superen los posibles riesgos. La lactancia en estas condiciones podría prevenir la aparición de un síndrome de abstinencia por impregnación opiácea intrauterina en el recién nacido.

4.7 Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas

Metadona puede producir somnolencia y disminuir la capacidad de atención, particularmente al inicio del tratamiento; en consecuencia, debe desaconsejarse al paciente la conducción de vehículos y el manejo de maquinaria peligrosa.

4.8 Reacciones adversas

En general, metadona provoca efectos secundarios similares a los de la morfina. Los efectos secundarios más graves de metadona, como ocurre con otros opioides son la depresión respiratoria y, en menor medida, la hipotensión, habiendo ocurrido casos de parada respiratoria, shock y paro cardíaco. Los efectos secundarios más frecuentes son aturdimiento, mareo, sedación, náuseas, vómitos y sudoración. Estos efectos parecen ser más intensos en pacientes ambulatorios y en aquellos que no presentan dolor crónico intenso. En dichos pacientes es recomendable el empleo de dosis más bajas. Algunos efectos adversos pueden aliviarse si el paciente adopta la postura de decúbito. Otros efectos secundarios que pueden aparecer son los siguientes: Sistema nervioso central: euforia, disforia, debilidad, cefalea, insomnio, agitación, desorientación, y alteraciones visuales. Gastrointestinales: boca seca, anorexia, estreñimiento y espasmo del tracto biliar. Cardiovasculares: rubor cutáneo, bradicardia, palpitaciones, desmayo y síncope. Genitourinarias: retención o tenesmo urinario, efecto antidiurético y disminución de la líbido y/o potencia sexual. Alérgicas: prurito, urticaria, exantema cutáneo, edema y, raramente, urticaria hemorrágica.

Metadona puede producir incremento de la presión intracraneal, particularmente cuando existen valores previos elevados.

Raramente se ha descrito prolongación del Intervalo QT y Torsade de Pointes.

4.9 Sobredosis

Las manifestaciones clínicas de una sobredosis consisten en la aparición de depresión respiratoria, caracterizada por disminución de la frecuencia respiratoria y del volumen ventilatorio, cianosis y respiración de Cheyne-Stokes; somnolencia extrema, que puede evolucionar hacia el estupor y coma; miosis intensa, flaccidez muscular, frialdad cutánea y, en ocasiones, hipotensión y bradicardia. En caso de intoxicación extrema puede aparecer apnea, colapso circulatorio, fallo cardíaco y muerte. El tratamiento consistirá en el restablecimiento de la función ventilatoria adecuada, mediante la instauración de una vía aérea permeable y respiración asistida. Debe administrarse un antagonista opiáceo (naloxona o nalorfina), por vía intravenosa o intramuscular, a dosis similares a las requeridas en la intoxicación morfínica. Puesto que la duración de acción de los antagonistas opiáceos es mucho más corta que la metadona, éstos deberán administrarse en dosis repetidas, según la evolución clínica. No debe administrarse un antagonista si no existen signos de depresión respiratoria o cardiovascular. Si el diagnóstico es correcto y la depresión respiratoria se debe solamente a la intoxicación por metadona, no está indicado el uso de estimulantes respiratorios. Pueden utilizarse otras medidas de soporte vital y tratamiento sintomático habitual: oxigenoterapia, vasopresores, fluidos intravenosos, etc.

5. PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS

5.1 Propiedades farmacodinámicas

Metadona es un agonista opiáceo puro de origen sintético con una potencia ligeramente superior a la de la morfina y mayor duración de su acción, aunque con menor efecto euforizante. Presenta afinidad y marcada actividad en los receptores p. La administración de metadona produce una acción analgésica central, depresión respiratoria, modificación de la secreción hipofisaria, hipotermia, náuseas y vómitos, miosis, sequedad de boca, depresión del reflejo tusígeno, y a veces, hipertonía muscular. En el tracto gastrointestinal y en las vías urinarias produce un aumento del tono miógeno (retraso del vaciamiento gástrico, estreñimiento, hipertonía del esfínter de Oddi, retención urinaria). Tiene también efectos cardiovasculares


(bradicardia, hipotensión, vasodilatación cerebral), en general poco marcados, y puede producir sedación o euforia y, a dosis altas, sueño y coma. Tras el uso continuado se desarrolla tolerancia, aunque la velocidad con que se desarrolla no es homogénea, variando según el efecto considerado y es más lenta que con la morfina. El síndrome de abstinencia producido por metadona es similar al inducido por la morfina, aunque su curso es más prolongado.

5.2    Propiedades farmacocinéticas

Metadona se absorbe amplia y rápidamente por vía oral, con una Tmáx de 1-5 horas. Sufre un metabolismo de primer paso hepático, siendo su biodisponibilidad del 80-90%. Gracias a su marcada lipofilia, metadona se distribuye ampliamente en el organismo, siendo su volumen de distribución de 4,1 ± 0,65 1/kg. Cuando se administra de manera repetida, existe acumulación extravascular de metadona, con concentraciones en hígado, pulmón y riñón mucho mayores que las plasmáticas. Desde los tejidos, que actúan como reservorios de metadona inalterada, el fármaco se libera lentamente hacia el plasma, lo que le confiere una vida media plasmática prolongada, a lo que contribuye también su elevada fijación a proteínas plasmáticas, del orden del 60% al 90%. En el plasma, metadona, se une principalmente a la a-1 glicoproteína ácida, lo que hace que en pacientes con cáncer, en los que suele existir un aumento de esta proteína, la fracción libre de metadona sea menor. Metadona se elimina por biotransformación hepática, con formación de dos metabolitos inactivos, y excreción principalmente renal y, en menor medida, fecal. Sólo un 4% de la dosis se elimina inalterada. La velocidad de eliminación aumenta al acidificar la orina. La vida media de eliminación es muy variable (15-60 horas), y muestra considerables diferencias inter-individuales, e incluso intra-individuales. La administración crónica de metadona produce un aumento de su propio metabolismo, debido a autoinducción de los enzimas microsomales hepáticos. La vida media aumenta con la edad.

5.3    Datos preclínicos sobre seguridad

La DL50 en la rata es de 95 mg/kg por vía oral, mientras que en ratones, por vía intravenosa, la DL50 es de 20 mg/kg.

6 . DATOS FARMACÉUTICOS

6.1    Lista de excipientes

Cada inyectable contiene como excipientes: cloruro sódico (8 mg / ml), agua para inyección, c.s.p. 1 ml.

6.2    Incompatibilidades No se han descrito.

6.3    Periodo de validez

5 años.

6.4    Precauciones especiales de conservación

Mantener a temperature ambiente.

6.5    Naturaleza y contenido del envase

METASEDIN Inyectable: Envase con 12 inyectables.

3E

6.6 Precauciones especiales de eliminación / uso

Ninguna especial.

6.7 Condiciones de dispensación

Con receta de estupefacientes. Su prescripción, conservación, dispensación y administración, se adecuará a lo previsto en el Real Decreto 5/1996 de 15 de enero que modifica al RD 75/1990, de 19 de enero, por el que se regulan los tratamientos con opiáceos a personas dependientes de los mismos y de ampliación de su anexo. Uso hospitalario.

7.    TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN

Laboratorios Dr. ESTEVE, S.A.

Avda. Mare de Déu de Montserrat, 221 08041 Barcelona

8.    NÚMERO(S) DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN

9.    FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/ RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN

Fecha de aprobación de la Ficha Técnica: Diciembre 1998

10.    FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO Julio 2007

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taños

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