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Ameride 5 Mg/50 Mg Comprimidos

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FICHA TÉCNICA

1.    NOMBRE DEL MEDICAMENTO

AMERIDE 5 mg/50 mg comprimidos.

2.    COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA

Cada comprimido contiene 5 mg de hidrocloruro de amilorida, 50 mg de hidroclorotiazida.

Excipientes:

Cada comprimido contiene 71 mg de lactosa monohidrato y 0,158 mg de laca alumínica de amarillo anaranjado S (E-110).

Para consultar la lista completa de excipientes ver sección 6.1.

3.    FORMA FARMACÉUTICA Comprimidos ranurados.

4.    DATOS CLÍNICOS

4.1    Indicaciones terapéuticas

Edema de origen cardiaco; cirrosis hepática con ascitis y edema; hipertensión arterial, en especial en aquellos pacientes en los que pueda preverse una depleción de potasio.

La combinación de hidrocloruro de amilorida e hidroclorotiazida, minimiza la posibilidad de que se produzca una pérdida excesiva de potasio en pacientes sometidos a diuresis intensa durante periodos prolongados.

AMERIDE, con su componente ahorrador de potasio, hidrocloruro de amilorida, está especialmente indicado en aquellas condiciones en las que el efecto positivo sobre el balance de potasio es particularmente importante.

4.2    Posología y forma de administración Edema de origen cardiaco

Puede comenzarse el tratamiento con AMERIDE a la dosis de 5/50 mg al día. Esta dosis puede aumentarse en caso necesario, pero no debe excederse la dosis de 10/100 mg al día. La dosis óptima se determina por la respuesta diurética y el nivel de potasio en el suero. Una vez conseguida una diuresis inicial, la dosis puede reducirse hasta llegar al tratamiento de mantenimiento. El tratamiento de mantenimiento puede hacerse mediante posología intermitente.

Hipertensión

La dosis habitual es de 5/50 mg al día. La dosis puede adaptarse según las necesidades del paciente. El comprimido puede fraccionarse para facilitar el ajuste de dosis.

Algunos pacientes pueden requerir mitad de la dosis.

Cirrosis hepática con ascitis (ver sección 4.4).

El tratamiento debe iniciarse con una dosis baja de AMERIDE (5/50 mg una vez al día).

En caso necesario, la dosis puede aumentarse gradualmente hasta que aparezca una diuresis efectiva. La dosis no debe exceder de 2 comprimidos diarios.

Las dosis de mantenimiento pueden ser menores que las requeridas para iniciar la diuresis; por consiguiente, debe tratarse de reducir la dosis diaria cuando el peso del paciente se haya estabilizado. Una reducción gradual de peso en los pacientes cirróticos es especialmente aconsejable para minimizar la probabilidad de las reacciones adversas asociadas al tratamiento diurético.

Se pueden fraccionar los comprimidos para facilitar el ajuste de dosis.

Población pediátrica

No se ha establecido todavía la seguridad del uso del hidrocloruro de amilorida en el niño y por lo tanto AMERIDE no se recomienda en los casos pediátricos.

4.3 Contraindicaciones

Hipersensibilidad a los principios activos o a alguno de los excipientes.

El tratamiento con AMERIDE está contraindicado en las siguientes condiciones:

Hiperkalemia

AMERIDE no debe utilizarse en pacientes con niveles elevados de potasio en plasma (superiores a 5,5 mEq/litro).

Tratamiento con antikaliuréticos o con sales potásicas

Está contraindicada la administración de otros agentes antikaliuréticos y suplementos de potasio en pacientes tratados con AMERIDE (dicho tratamiento combinado suele asociarse con una rápida elevación de los niveles de potasio en plasma).

Disfunción renal

La anuria, la insuficiencia renal aguda, la enfermedad renal progresiva y grave, y la nefropatía diabética contraindican el uso de AMERIDE. Los pacientes con niveles elevados de nitrógeno ureico en sangre (BUN) que exceda los 30 mg/100 ml, con niveles de creatinina sérica superiores a 1,5 mg/100 ml; o con valores de urea en sangre total de más de 60 mg/100 ml deberán someterse a un frecuente y cuidadoso control de los electrolitos en suero y de los niveles del BUN para ser tratados con AMERIDE.

En pacientes con insuficiencia renal, la retención de potasio se acentúa con la adición de agentes antikaliuréticos que puede provocar un rápido desarrollo de la hiperkalemia.

4.4 Advertencias y precauciones especiales de empleo Hiperkalemia

La hiperkalemia, definida por niveles séricos de potasio superiores a 5,5 mEq/litro, ha sido observada en pacientes tratados con hidrocloruro de amilorida, solo o en combinación con otros agentes diuréticos.

Esto, en particular se ha observado en pacientes ancianos o en pacientes hospitalizados con cirrosis hepática o con edema cardiaco y conocido compromiso renal que estaban graves o que estaban sometidos a un tratamiento diurético intensivo. Estos enfermos deben ser cuidadosamente vigilados, clínicamente, con pruebas de laboratorio y electrocardiográficamente (ECG) para detectar evidencias de hiperkalemia. En estos grupos de pacientes se han comunicado algunos casos de desenlace fatal.

Cuando se administre AMERIDE no se utilizarán suplementos de potasio ni dieta enriquecida en potasio (ver sección 4.3), excepto en casos de hipokalemia grave y/o refractaria. Si se usan suplementos de potasio, se recomienda controlar cuidadosamente los niveles séricos de potasio.

Tratamiento de la hiperkalemia

Si durante el tratamiento con AMERIDE se desarrolla hiperkalemia se debe suspender inmediatamente el tratamiento y, en caso necesario, se deben aplicar medidas activas para reducir los niveles de potasio en plasma.

Insuficiencia renal

Cuando el aclaramiento de creatinina es inferior a 30 ml/min los diuréticos tiazídicos no son efectivos. Desequilibrio electrolítico

Aunque con AMERIDE la posibilidad de desequilibrio electrolítico esté reducida, debe mantenerse un cuidadoso control de los signos de desequilibrio tanto electrolítico como de fluidos: principalmente, hiponatremia, alcalosis hipoclorémica, hipokalemia e hipomagnesemia. Es especialmente importante realizar determinaciones de los electrolitos en suero y orina cuando el paciente presente vómitos en exceso o se le esté administrando líquido por vía parenteral. Los signos y síntomas que indican un desequilibrio electrolítico incluyen: sequedad de boca, sed, debilidad, letargo, somnolencia, agitación, convulsiones, confusión, dolores o calambres musculares, fatiga muscular, hipotensión, oliguria, taquicardia y alteraciones gastrointestinales, como náuseas y vómitos.

Puede producirse hipokalemia con hidroclorotiazida o con cualquier otro diurético potente, especialmente con diuresis intensa, después de un tratamiento prolongado o en presencia de cirrosis grave. La hipokalemia puede sensibilizar o exagerar la respuesta del corazón a los efectos tóxicos de la digitalis (irritabilidad ventricular aumentada).

La hiponatremia inducida por diuréticos es generalmente débil y asintomática. Puede convertirse en grave y sintomática en algunos pacientes, los cuales requerirán atención inmediata y tratamiento adecuado.

Las tiazidas pueden disminuir la excreción de calcio en orina. Las tiazidas pueden producir una elevación ligera e intermitente del calcio sérico en ausencia de alteraciones conocidas del metabolismo cálcico.

Las tiazidas deben suspenderse antes de realizar pruebas de la función paratiroidea.

Azotemia

La hidroclorotiazida puede producir o incrementar la uremia. En pacientes con insuficiencia renal pueden producirse efectos acumulativos del fármaco. El diurético debe ser suspendido si durante el tratamiento de la insuficiencia renal se produce un aumento de la uremia y de la oliguria.

Insuficiencia hepática

Las tiazidas deben ser utilizadas con precaución en pacientes con alteración de la función hepática o insuficiencia hepática progresiva, ya que pequeñas alteraciones del equilibrio tanto electrolítico como de fluidos pueden producir coma hepático.

Metabolismo

En ciertos pacientes tratados con tiazidas puede producirse hiperuricemia o precipitación de la gota.

El tratamiento con tiazidas puede alterar la tolerancia a la glucosa, por tanto, se puede requerir un ajuste de la dosis de los fármacos antidiabéticos, incluida la insulina.

Se pueden asociar aumentos en los niveles de colesterol y triglicéridos con el tratamiento con tiazidas.

Para minimizar el riesgo de hiperkalemia en los pacientes diabéticos o en los que se sospeche que puedan serlo, debe determinarse el estado de la función renal antes de iniciar el tratamiento con AMERIDE. El tratamiento con AMERIDE debe suspenderse al menos tres días antes de realizar una prueba de tolerancia a la glucosa.

El tratamiento antikaliurético debe iniciarse con precaución en pacientes gravemente enfermos en los que haya riesgo de desarrollo de acidosis metabólica o respiratoria, p.ej., en pacientes con enfermedad cardiopulmonar o con diabetes descompensada. Los cambios del equilibrio ácido-básico alteran el equilibrio extracelular/intracelular del potasio, y el desarrollo de la acidosis puede asociarse con un aumento rápido de los niveles de potasio en suero.

Reacciones de sensibilización

Se ha comunicado la posibilidad de una exacerbación o activación de un lupus eritematoso sistémico por el uso de tiazidas.

Población pediátrica

No se ha establecido la seguridad del uso del hidrocloruro de amilorida en el niño, por lo tanto, AMERIDE no se recomienda en grupos de edad pediátrica.

Otras

Se debe advertir a los pacientes que este medicamento contiene hidroclorotiazida, que puede producir un resultado positivo en las pruebas de control del dopaje.

Advertencias sobre excipientes

Este medicamento puede producir reacciones alérgicas porque contiene amarillo anaranjado S (E-110). Puede provocar asma, especialmente en pacientes alérgicos al ácido acetilsalicílico.

Este medicamento contiene lactosa. Los pacientes con intolerancia hereditaria a galactosa, insuficiencia de lactasa de Lapp (insuficiencia observada en ciertas poblaciones de Laponia) o malabsorción de glucosa o galactosa no deben tomar este medicamento.

4.5 Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción

Litio - Por lo general, no debe administrarse con diuréticos. Los diuréticos reducen el aclaramiento renal del litio y aumentan el riesgo de intoxicación lítica. Antes de utilizar preparados de litio, leer el prospecto que acompaña a los mismos.

En algunos pacientes, la administración de antiinflamatorios no esteroideos puede reducir los efectos diuréticos, natriuréticos y antihipertensivos de los diuréticos. La administración concomitante de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y de agentes ahorradores de potasio, incluido el hidrocloruro de amilorida, puede producir hiperkalemia y fallo renal, particularmente en pacientes ancianos. Por tanto, cuando se utilice conjuntamente hidrocloruro de amilorida con AINEs, la función renal y los niveles de potasio en suero deben ser vigilados cuidadosamente.

Cuando se administra conjuntamente AMERIDE con un inhibidor de la ECA, ciclosporina o tacrolimus el riesgo de hiperkalemia puede aumentar. Por tanto, si el uso concomitante de estos agentes estuviera indicado debido a hipokalemia demostrada, deben ser utilizados con precaución y con una monitorización frecuente del potasio sérico.

La hipotensión ortostática que puede presentarse puede ser potenciada por el alcohol, los barbitúricos o los narcóticos.

Fármacos antidiabéticos - (agentes orales e insulina) - Se puede requerir el ajuste de dosis de los fármacos antidiabéticos.

La administración conjunta con otros agentes antihipertensivos produce un efecto aditivo.

El tratamiento diurético debe ser suspendido durante 2-3 días antes de iniciar el tratamiento con un inhibidor de la ECA para reducir la posibilidad de una hipotensión al administrar la primera dosis.

Resinas colestiramina y colestipol - La absorción de hidroclorotiazida se altera en presencia de resinas de intercambio iónico. Dosis únicas de colestiramina o colestipol se unen a la hidroclorotiazida y reducen la absorción en el tracto gastrointestinal en, aproximadamente, 85 y 43 por ciento, respectivamente.

Si se administra conjuntamente con corticosteroides ACTH se intensifica la depleción de electrolitos, particularmente la hipokalemia.

Al administrarse con aminas presoras (por ej.nor-epinefrina) es posible que se produzca una respuesta disminuida a estas últimas pero no suficiente como para evitar su uso.

Al administrarse conjuntamente con relajantes musculares no despolarizantes (como por ejemplo la tubocurarina) es posible que se produzca una respuesta mayor del relajante muscular.

Interacción Fármaco/Pruebas de laboratorio - Debido a su efecto sobre el metabolismo del calcio, las tiazidas pueden interferir las pruebas de la función paratiroidea (ver sección 4.4).

4.6    Fertilidad, embarazo y lactancia

Embarazo

No se recomienda el uso rutinario de diuréticos en mujeres sanas embarazadas con o sin edema leve ya que se expone a la madre y al feto a riesgos innecesarios. Los diuréticos no previenen el desarrollo de la toxemia del embarazo y no hay evidencia suficiente de que sean útiles para su tratamiento.

Las tiazidas atraviesan la barrera placentaria y aparecen en la sangre del cordón umbilical. Por consiguiente, el uso en el embarazo o cuando se sospecha de un embarazo, requiere que se sopesen los beneficios del fármaco frente a los posibles riesgos para el feto. Estos riesgos incluyen ictericia fetal o neonatal, trombocitopenia y posiblemente otros efectos secundarios observados en el adulto.

Lactancia

Las tiazidas aparecen en la leche materna. En caso de ser imprescindible el tratamiento con el fármaco, la lactancia debe ser interrumpida.

4.7    Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas

No se han realizado estudios de los efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas.

4.8    Reacciones adversas

Durante los ensayos clínicos controlados y con el uso de Ameride las reacciones adversas comunicadas son:

Trastornos del metabolismo y nutrición: más frecuentemente: anorexia; hiperkalemia (> 5,5 mEq/l), desequilibrio electrolítico, hiponatremia (ver sección 4.4), gota, deshidratación, hiponatremia sintomática.

Trastornos psiquiátricos: insomnio, nerviosismo, confusión mental, depresión, somnolencia.

Trastornos del sistema nervioso: más frecuentemente: cefalea, mareos; síncope, vértigo, parestesias, estupor.

Trastornos oculares: alteraciones de la visión.

Trastornos cardíacos: arritmia, taquicardia, angina de pecho.

Trastornos vasculares: hipotensión ortostática, toxicidad digitálica.

Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos: dolor torácico, disnea, congestión nasal.

Trastornos gastrointestinales: más frecuentemente: náuseas; vómitos, diarrea, estreñimiento, dolor abdominal, hemorragia gastrointestinal, alteraciones del apetito, pesadez abdominal, flatulencia, sed, hipo, mal sabor de boca.

Trastornos de la piel y subcutáneos: más frecuentemente: erupción cutánea; prurito, enrojecimiento y diaforesis.

Trastornos musculoesqueléticos, del tejido conectivo y óseo: dolor de extremidades inferiores, calambres musculares, dolor de las articulaciones, dolor de espalda.

Trastornos renales y urinarios: disuria, nicturia, incontinencia urinaria, disfunción renal incluyendo fallo renal.

Trastornos del sistema reproductor y de la mama: impotencia.

Trastornos generales y condiciones en el punto de administración: fatiga, malestar, debilidad.

Las reacciones adversas adicionales comunicadas para los componentes individuales y que pudieran estar relacionadas con la administración de Ameride son:

AMILORIDA:

Trastornos del sistema linfático y sanguíneo: anemia aplásica, neutropenia.

Trastornos psiquiátricos: reducción de la líbido, somnolencia.

Trastornos del sistema nervioso: temblores, encefalopatía.

Trastornos oculares: hipertensión ocular.

Trastornos auditivos y laberínticos: tinnitus.

Trastornos cardíacos: palpitación.

Trastornos vasculares: un paciente con bloqueo cardíaco parcial evolucionó a bloqueo cardíaco total. Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos: tos.

Trastornos gastrointestinales: sequedad de boca, activación úlcera péptica preexistente, dispepsia. Trastornos hepatobiliares: disfunción hepática, ictericia.

Trastornos del tejido de la piel y subcutáneos: alopecia.

Trastornos musculoesqueléticos, del tejido conectivo y óseos: dolor de cuello y hombros, dolor de extremidades.

Trastornos renales y urinarios: poliuria, polaquiuria, espasmo vesical urinario. HIDROCLOROTIAZIDA:

Trastornos del sistema linfático y sanguíneo: anemia aplásica, agranulocitosis, anemia hemolítica, leucopenia, púrpura, trombocitopenia.

Trastornos del metabolismo y nutrición: glucosuria, hiperglucemia, hiperuricemia, hipokalemia. Trastornos psiquiátricos: agitación.

Trastornos oculares: visión borrosa transitoria, xantopsia.

Trastornos vasculares: angiitis necrosante (vasculitis, vasculitis cutánea).

Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos: trastornos respiratorios incluida neumonitis, edema pulmonar.

Trastornos gastrointestinales: pancreatitis, calambres, irritación gástrica.

Trastornos hepatobiliares: ictericia colestática intrahepática.

Trastornos del tejido de la piel y subcutáneos: fotosensibilidad, sialadenitis, urticaria, necrolisis epidérmica tóxica.

Trastornos renales y urinarios: nefritis intersticial.

Trastornos generales y condiciones en el punto de la administración: reacción anafiláctica, fiebre.

4.9 Sobredosis

No hay datos disponibles referentes a la sobredosis en humanos. La DL50 oral de la combinación farmacológica es 189 y 422 mg/kg en ratón hembra y rata hembra, respectivamente.

Se desconoce si el fármaco es dializable.

No hay información específica disponible sobre el tratamiento de la sobredosificación de AMERIDE, y no existe antídoto específico. El tratamiento es sintomático y de soporte. El tratamiento con AMERIDE debe ser suspendido y el paciente observado cuidadosamente. Las medidas sugeridas incluyen la provocación del vómito y/o lavado gástrico.

AMILORIDA HCL

No hay datos disponibles relativos a la sobredosis en humanos.

La DL50 oral del hidrocloruro de amilorida (calculada en forma de base) es 56 mg/kg en ratón y 36 - 85 mg/kg en rata, dependiendo de la cepa.

Los signos y síntomas más frecuentes de una sobredosis son deshidratación y desequilibrio electrolítico. Si se produce hiperkalemia, deberán tomarse medidas activas para reducir los niveles de potasio en suero.

HIDROCLOROTIAZIDA

La DL50 oral de hidroclorotiazida es superior a 10,0 mg/kg en rata y ratón.

Los signos y síntomas más frecuentes de sobredosis son depleción de electrolitos (hipokalemia, hipocloremia, hiponatremia) y deshidratación provocada por una diuresis excesiva. La hipokaliemia puede aumentar las arritmias cardiacas cuando se administra digital.

5. PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS

5.1    Propiedades farmacodinámicas

AMERIDE comienza a actuar, por lo general, en las 2 horas siguientes a su administración.

Sus efectos diurético y natriurético son máximos hacia la cuarta hora, y existe actividad demostrable hasta, aproximadamente, 24 horas. Sin embargo, la acción diurética eficaz del medicamento persiste sólo durante unas 12 horas. La acción retentiva del potasio del hidrocloruro de amilorida aparece dentro de las primeras

2    horas tras la administración oral y alcanza su máxima actividad aproximadamente entre la sexta y la décima hora. La acción eficaz del medicamento persiste por lo menos doce horas, aunque permanece una actividad antikaliurética demostrable durante 24 horas.

6 . DATOS FARMACÉUTICOS

6.1    Lista de excipientes

Lactosa monohidrato

Hidrogeno fosfato de calcio dihidrato

Almidón de maíz

Almidón pregelatinizado

Goma guar

Estearato de magnesio

Laca alumínica de amarillo anaranjado S (E-110)

6.2    Incompatibilidades

El tratamiento con AMERIDE es incompatible con la administración simultánea de otros agentes antikaliuréticos o de suplementos de potasio, debido al elevado riesgo de hiperkalemia.

6.3    Periodo de validez

3    años.

6.4    Precauciones especiales de conservación

No conservar a temperatura superior a 25°C. Conservar en el embalaje exterior para protegerlo de la luz y de la humedad.

6.5    Naturaleza y contenido del envase

AMERIDE se presenta en envases blister de 20 y 60 comprimidos ranurados, que contienen 5 mg de hidrocloruro de amilorida y 50 mg de hidroclorotiazida.

6.6    Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones

Ninguna especial.

La eliminación del medicamento no utilizado y de todos los materiales que hayan estado en contacto con él, se realizará de acuerdo con la normativa local.

7. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN

Frosst Ibérica S.A

Vía Complutense, 140


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28805 Alcalá de Henares - Madrid

8.    NÚMERO(S) DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN

53.265

9.    FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/ RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN

12 de enero de 1975.

10.    FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO

Marzo 2011

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